El 19 de diciembre, el Fondo Monetario Internacional dio a conocer su ranking de estimación de PBI por países, registrándose algunos cambios de significación. El primero de ellos es que Alemania pasó al tercer lugar, superando a Japón, que bajó de dicha posición al cuarto lugar. Se trata de un cambio sorprendente por lo sucedido en 2023, año en el cual Alemania entró en recesión, pero no tanto si se analiza la tendencia en las últimas décadas. La economía japonesa lleva décadas de estancamiento y bajo crecimiento. La alemana, a su vez, ha tenido un crecimiento sostenido en el mismo periodo, pero en el último año entró en recesión, en gran medida a consecuencia de la guerra de Ucrania y las restricciones al comercio internacional. El otro cambio significativo es que Brasil llegó al noveno lugar, con un PBI estimado de doce mil ciento veintisiete billones de dólares. Lo hizo a costa de Canadá, que descendió al décimo lugar. La economía brasileña superó en nueve mil millones de dólares a la canadiense. Este cambio es consecuencia del mayor crecimiento de los países emergentes con relación al mundo desarrollado. Entre los diez primeros lugares de acuerdo al volumen de su PBI se dan los dos cambios más significativos. Cabe señalar que el primer lugar lo mantiene Estados Unidos.
Un análisis sobre las diez principales economías del mundo de acuerdo a su PBI muestra que las economías desarrolladas del G7 mantienen su predominio, pero que la del grupo BRICS van avanzando. Entre las primeras diez se encuentran los siete países del G7. Al primer lugar de Estados Unidos se agrega el tercero de Alemania y el cuatro de Japón. El Reino Unido está en el sexto, Francia en el séptimo, Italia en el octavo y Canadá en el décimo. Como contrapartida, China se encuentra en el segundo, la India en el quinto y Brasil en el noveno. Cabe señalar que sumados los de Rusia y Sudáfrica (que son los otros dos miembros plenos del BRICS), el PBI entre los dos grupos de países comienza a ser relativamente equivalente. Si a ello se agregaran los países que han sido aceptados para sumarse al primer grupo (Egipto, Arabia Saudita, Etiopía y Argentina, aunque anunció que deja el grupo) el PBI de los BRICS comenzaría a superar al del G7. Pero cabe señalar que las economías desarrolladas tienen un mismo sistema político; en cambio, en los BRICS esto no es así, porque hay países autoritarios como China y Rusia, y democráticos como Brasil, Sudáfrica e India. Una competencia atenuada entre los dos grupos parece plantearse a nivel global.
Sumando al análisis las diez economías siguientes, que ocupan entre el 11° lugar y el 20°, surgen nuevos aspectos. La décimo primera es Rusia, país que ocupa un lugar geopolítico central por la guerra de Ucrania. Se trata de un país muy rico en recursos naturales, especialmente energéticos, que ha logrado mantener un nivel de crecimiento cercano al 2% pese a la guerra. Desde esta perspectiva, sobre los primeros once países, están por un lado los siete desarrollados y los cuatro más grandes de los BRICS. El décimo segundo lugar lo tiene México, con una economía que crece más que la del mundo desarrollado. Los dos países latinoamericanos más grandes están entre las primeras doce economías del mundo, pese a que tienen un crecimiento bajo respecto al Sudeste Asiático y África. En el puesto número trece se encuentra Corea del Sur, una potencia económica mediana de Asia, en el catorce está Australia (firme aliado militar de Estados Unidos en dicha región) y en el quince España. Hasta acá, cinco economías europeas se encuentran entre las primeras quince. El continente está cayendo en términos relativos frente a las otras regiones. Indonesia está en el puesto dieciséis y es una economía que crece y lidera el Sudeste Asiático. Luego está Turquía, una potencia regional creciente que enfrenta dificultades económicas y es, junto con Indonesia y Arabia Saudita (que ocupa el puesto diecinueve), uno de los tres países de religión musulmana dentro de los veinte. Países Bajos ocupa el puesto dieciocho y Suiza en el veinte. Quedan así siete países europeos entre los primeros veinte.
América Latina como región emergente empieza a competir con África en materia de perspectivas e inversión. En las últimas décadas, la región ha presentado mejores perspectivas que África, especialmente por su mayor nivel educativo y capacitación de sus trabajadores. Pero la población africana casi triplica a la de América Latina. Ha superado los mil trescientos millones de habitantes y los cincuenta y cuatro países del continente suman una población casi similar a la de China o India. Hoy el crecimiento demográfico es visto más como una ventaja que como desventaja y con las poblaciones jóvenes sucede lo mismo, frente al envejecimiento de las sociedades más desarrolladas. En cuanto a los recursos naturales, África los tiene en igual o mayor cantidad que América Latina.
Este fenómeno debe ser asumido hoy por América Latina.
* El autor es Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.
