La política sigue atada en gran medida a los pasos que dé Milei. Se puede decir que casi todos los caminos conducen al ámbito presidencial. Y de esa manera gran parte de las provincias siguen supeditadas a lo que se produzca en el Congreso con la legislación que el gobierno nacional necesita para sustentar formalmente su plan de gestión.
Pero no es todo. Ahora, el Presidente invitó a la firma del Pacto de Mayo el 9 de julio en Tucumán. Pero esta vez el convite es bastante más amplio: además de los gobernadores, serán invitadas “todas las autoridades nacionales, ex presidentes, miembros de la Corte Suprema, empresarios y trabajadores” que acepten sumarse a un ideario. Es que no fue mucho más allá de lo que ya dijo muchas veces en cuanto a los deseos que lo mueven a proponer el pacto, por ahora tan postergado como la emblemática ley de Bases, que debería definirse en los próximos días en Diputados.
En efecto, invitó Milei en su discurso del jueves a que “todos los que compartimos la causa de la libertad depongamos las anteojeras partidarias, nos desprendamos de nuestros intereses particulares y trabajemos juntos”, según dijo por cadena nacional en su reiterada invitación a “escribir un nuevo capítulo en la historia del progreso argentino”.
El Presidente esta vez pareció conformarse con la doble aprobación de su ley fundamental pese a las modificaciones introducidas en el Senado que obligan a la revisión en la cámara de origen. Sin embargo, las diferencias son gravitantes en varios aspectos y es por ello que, bajo la mirada y preocupación del Gobierno, buscan sellar algún punto de entendimiento en el Parlamento para que este tema se termine de aprobar de una buena vez.
Justamente, en las últimas horas el conductor del bloque de diputados del radicalismo, Rodrigo De Loredo, anticipó que votará en línea con lo que está esperando el Poder Ejecutivo Nacional. Esto significaría ratificar la mayor parte de la sanción inicial de la Cámara de Diputados y dejar de lado, por lo tanto, los cambios que introdujo el Senado.
En línea con De Loredo, el gobernador Cornejo volvió a respaldar por redes sociales lo que aprobaron los diputados, con lo cual confirmó la firme postura adoptada con otros gobernadores de Juntos por el Cambio horas antes de que el Senado tratara el proyecto enviado por Diputados.
Volver a la aplicación de Ganancias, por ejemplo, significa asegurar algo que comparten Cornejo y otros gobernadores aliados con respecto al vínculo con la Nación, luego de que Milei dispusiera cerrar la llegada de muchos recursos mediante subsidios o mecanismos más discrecionales. Los gobernadores pretenden recordarle al Presidente que en los distintos acuerdos alcanzados en las últimas semanas con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se coincidió en que de ningún modo se puede ahogar financieramente a las provincias.
Los gobernadores aliados quieren avisarle de ese modo al Presidente que no se puede ahogar financieramente a sus respectivas provincias. Por lo menos esa es la recompensa por la virtual alianza existente, que se traduce en el respaldo explícito que expresan sobre la ley Bases. En cambio, con el peronismo hay otro trato de parte de la Nación, en especial con el gobernador Axel Kicillof; no es motivo de preocupación aparente para Cornejo y demás mandatarios de Juntos por el Cambio. “No quieren que los asfixien a ellos, los radicales, pero no les importa lo que pase con las provincias peronistas”, comentó con disgusto un allegado a los intendentes del peronismo mendocino.
Esto ratifica una vez más que en el seno del gobierno mendocino no se discute sobre los alcances de la ley Bases como instrumento que necesita el gobierno nacional para terminar de trabajar en el ordenamiento de la macroeconomía. En ese aspecto, en declaraciones periodísticas el diputado mendocino Lisandro Nieri, palabra muy cercana a Cornejo, indudablemente, precisó que esa postura va en línea con la grave situación que encontró Milei al tomar el gobierno luego de muchos desatinos que en materia económica aplicó la administración anterior, en la recordada doble función de Sergio Massa como ministro de Economía y candidato presidencial simultáneamente.
Por ello en el gobierno provincial consideran que se debe insistir con la sanción original en todo lo relacionado con lo fiscal. En ese aspecto, el diputado Nieri sostuvo que “el desastre se hizo a fines del año pasado con la destrucción del sistema impositivo argentino, porque en todos los países del mundo existe un impuesto a los ingresos. Los impuestos que no existen son los distorsivos, los que atentan contra la producción, como las retenciones”.
Las modificaciones que introdujo el Senado, en especial en lo que se refiere a lo incluido en el llamado paquete fiscal (Ganancias y Bienes Personales), es lo que más demanda el trabajo en comisiones dentro del ritmo exprés que el Gobierno quiere imprimirle a la revisión en Diputados con tal de tener lo antes posible la sanción definitiva del tema.
No hay muchas alternativas. Ahora lo que corresponde es que Diputados acepte los cambios del Senado o insista con su trabajosa sanción inicial. Así está establecido. Es lo que marca el mecanismo para la formación de las leyes. El problema más grande, sin embargo, radica en la sorpresiva negociación de los senadores que condujo a eliminar Ganancias y Bienes Personales, por un lado, y a fijar una mirada diferente con respecto a las empresas públicas pasibles de privatización. Una suerte de rompecabezas.
En lo que respecta al día a día político de Mendoza, sin duda hay curiosidad por esperar el resultado de la elección interna de Pro. Una derrota del sector que lidera la vicegobernadora, Hebe Casado, podría obligar a un replanteo de roles y actitudes dentro del espacio de gobierno, Cambia Mendoza. No queda otra alternativa que esperar resultados. Anticipar pronósticos y más aún posibles consecuencias es apresurado. Pero es cierto que del tema se encuentra pendiente el Gobernador.
Por otro lado, en la semana se dio a conocer la conformación de un nuevo espacio de pensamiento político identificado con las medidas libertarias del presidente Javier Milei. Se denomina “Liberales por el futuro” y anhela que Mendoza se constituya en “la primera provincia liberal del país”. Encabezan este espacio algunos dirigentes con trayectoria previa demócrata y liberal como Richard Battagion, Diego Arenas y Oscar Sagas, que también integraron en su momento los cuadros de gobierno de la primera gestión de Cornejo en la coalición que gestó el Gobernador.
Sin embargo, en esta oportunidad están muy identificados con el liderazgo que pretende ejercer en la provincia Luis Petri luego de su notable elección en las primarias provinciales del año pasado y su posterior proyección nacional tanto como candidato a vicepresidente y ahora ministro de Defensa. No se presentan como opositores a la actual gestión local, admitiendo que tanto Cornejo como Suárez impusieron un buen orden fiscal, pero consideran que Mendoza necesita una mayor amplitud en cuanto a ideas para el desarrollo.
Sin embargo, más allá de celebrar nuevas adhesiones desde el entorno de Petri dejan trascender que no es el momento indicado para potenciar posibles candidaturas, si bien el dirigente y funcionario nacional nunca dejó de lado sus aspiraciones electorales en esta provincia.
Es que la dirigencia oficialista de Mendoza parece haber acordado una suerte de tregua que dilate la expresión pública de aspiraciones desde el punto de vista electoral. Todo en virtud de la coyuntura nacional, que requiere acuerdos en los cuales está embarcado el Gobernador. Que hayan transcurrido seis meses sin que las principales propuestas de gestión libertaria hayan tenido aprobación generó un escenario bastante complejo si se piensa en armados electorales de cara a las elecciones de mitad de mandato.
Mientras los dirigentes a los que el Gobernador pretende moldear, de modo que uno de ellos pueda llegar a ser oficialmente el candidato a sucederlo en 2027, el propio Cornejo parece haber preferido que cada dirigente radical con las mismas aspiraciones se mantenga preferentemente abocado a lo suyo. Es el caso del propio Luis Petri, ahora mileísta pero radical al fin, y el intendente de la ciudad de Mendoza, Ulpiano Suárez, que claramente anhela que el sucesor de Cornejo vuelva a ser un Suárez, aunque esta vez no se trate de su tío Rodolfo.