La prestigiosa consultora global Ernst & Young (EY) publicó recientemente su reporte anual sobre los 10 riesgos y oportunidades más importantes que negocios y empresas mineras afrontarán durante 2023 en el mundo.
Estos riesgos y oportunidades deben entenderse como “desafíos” que las empresas encuentran al momento de desarrollar sus actividades. Año a año casi todos los desafíos cambian de puesto y reflejan una tendencia global sobre la forma en que la industria de los minerales ve al mundo.
La única categoría que no cambió de puesto entre 2022 y 2023 es Ambiente, Social y Gobernanza (ESG del inglés) (puesto número 1). Este criterio es similar a lo que conocemos como Responsabilidad Social Empresaria, con la diferencia que ESG está más enfocado en estrategias corporativas que impactan en casi todos los aspectos operativos de la compañía.
Son políticas “puertas adentro” para enfrentar cuestiones sociales, de liderazgo y de cuidado ambiental que reflejan la seriedad de una compañía.
Se mantiene en el primer puesto debido a que los inversores cada vez exigen mayor transparencia en la presentación de dichas políticas y en la forma en que las compañías reportan sus actividades.
Los desafíos relacionados con Geopolítica (puesto número 2) incrementaron su importancia desde número 4 en 2022 a número 2 para 2023. La invasión a Ucrania y sus consecuencias globales, junto con las tensiones entre Estados Unidos y China, y potencialmente nuevos conflictos en Asia (tensión sobre Taiwán) han sumado peso a un factor externo e incontrolable para la industria minera. Dependerá en la capacidad de adaptabilidad que las compañías tengan para poder enfrentar el nuevo panorama global.
Desde el sector se ha avanzado mucho sobre acciones concordantes para mitigar el Cambio Climático (puesto número 3). Definitivamente sin minerales será imposible fabricar la maquinaria e infraestructura que las energías verdes necesitan. Un dilema similar al del huevo y la gallina. Sin embargo, el cambio climático sigue en el top 5 de los temas más importantes debido a las políticas de cero-emisiones y descarbonización que se están adoptando en el mundo. Tal como Ernst & Young lo describe, lograr estos objetivos requerirá estrategias realistas y balanceadas.
En 2021 la Licencia para Operar ocupó el puesto numero 1, en 2022 el puesto numero 3 y para el 2023 el puesto numero 4, lo cual no significa necesariamente que haya perdido importancia, simplemente algunas cosas se han hecho bien en los últimos años y a nivel mundial ya no es el principal “problema” de la industria. La experiencia de años de debates y negociaciones con los sectores sociales están reflejando resultados positivos en la mayoría de las jurisdicciones. Para avanzar ha sido crucial la confianza que han tomado los sectores sociales en la industria, la disponibilidad y predisposición para escuchar a quienes se dedican a la minería y asumir la responsabilidad de que las decisiones que la sociedad toma afectan a todos por igual. Considerando los últimos 30 años de historia (minería responsable), los hechos demuestran que la negación de licencia produce la fuga temporaria o permanente de capitales e inversores, el quiebre de la cadena productiva, y la pérdida de puestos de trabajo digno. Por el contrario, en aquellas jurisdicciones donde la minería moderna ha sido incorporada se resalta una diversificación de las industrias y un aumento de generación de empleo incluso en actividades periféricas a la industria minera.
La Productividad-Costos y la Disrupción de Cadenas de Abastecimiento (puestos 5 y 6) se han visto afectadas por el incremento de tasas de interés, la inflación galopante, los efectos postpandemia, las restricciones comerciales sobre China y Rusia, y también por el aumento general de costos de combustibles.
La Fuerza de Trabajo (Recursos Humanos) (puesto 7) se ha vuelto de alguna forma un problema ya que durante pandemia y postpandemia gran parte de los talentos de la industria se retiraron o migraron a otros sectores provocando una falta importante de personal. Actualmente hay más puestos de trabajo en minería que trabajadores disponibles para ocuparlos.
La disponibilidad de Capital (puesto 8) para minería año a año pierde peso entre los riesgos más importantes. Las inversiones destinadas a la búsqueda y producción de minerales han demostrado mantenerse a flote pese a los mares turbulentos y la simple necesidad de contar con materia prima para construir absolutamente todo lo que usamos es una de las principales razones. La tendencia de electrificación la cual requiere cantidades abismales de minerales (cobre, litio, hierro, plata), se ha vuelto un sonajero para los inversores.
La Innovación y Digitalización (puesto 9) ha hecho que muchas compañías incrementen su productividad, reduzcan costos y se vuelvan más seguras. Con tecnología de punta similar a la utilizada en la industria espacial, las empresas mineras han generado importantes cambios positivos en sus historiales, no obstante parte del sector sigue enfrentándose a la necesidad de incorporar más herramientas digitales y tecnológicas.
La situación actual de los mercados y tendencias mundiales demandará potenciales transformaciones, reestructuraciones y cambios, siendo los Nuevos Modelos de Negocios el ítem 10 de la lista de Ernst & Young.
Si no fue plantado fue minado. 7 mil millones de habitantes consumen productos extraídos de la tierra día a día y no es tarea fácil abastecer a tanta gente así que siempre habrá desafíos, y la voluntad y el coraje de los protagonistas para enfrentarlos seguirá siendo el baluarte más preciado que tiene la industria.
* El autor es Licenciado en Ciencias Geológicas. Geólogo de Exploración. Vancouver BC, Canadá.