Pronto, el 2 de abril próximo, se conmemorarán los 39 años del desembarco de tropas argentinas en las Islas Malvinas, con la pretensión de recuperar ese archipiélago, aspiración que finalmente no se consiguió.
Sin embargo, la fecha quedó establecida en homenaje a los veteranos y caídos en esa guerra.
Otra efeméride importante que tenemos por delante es el 10 de junio, en que se evoca en nuestro país el Día de la Afirmación sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
En esta última fecha se recuerda la creación, en 1829, de la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y la designación de Luis Vernet como primer gobernador argentino de ese espacio.
La sociedad transita las distintas expectativas y dificultades de la actualidad argentina, con diferentes miradas y posibilidades, pero hay uniformidad de criterios sobre los derechos que nos asisten sobre las islas.
Los apoyos a nuestras pretensiones son generales y diversos, pero no alcanzan y nada hace prever que el Reino Unido varíe en su ilegítima posesión.
Pero, como sostenemos, las diferentes adhesiones a nuestra causa sirven y mucho, porque, sin ellas, estaríamos más lejos de la anhelada recuperación.
En esa corriente de simpatía con nuestras aspiraciones se encuentran, entre otras manifestaciones, la del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien reiteró el respaldo del Gobierno y del pueblo de su país a los legítimos derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Malvinas.
AMLO inclusive ratificó la necesidad de que los gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reanuden las negociaciones a fin de encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica y definitiva de la disputa de soberanía.
Además, obran a nuestro favor también las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas y las declaraciones de la OEA y la Celac, entre otros foros internacionales.
Especialmente, se espera, como ha ocurrido en el pasado reciente, que la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos adopte nuevas iniciativas sobre la cuestión de las Islas Malvinas.
En 2019, la OEA reafirmó “la necesidad de que los gobiernos de Argentina y del Reino Unido reanuden, cuanto antes, las negociaciones sobre la disputa de la soberanía, con el objeto de encontrar una solución pacífica a esta prolongada controversia”.
A fin del año pasado, los presidentes de los países que integran el Mercosur y los Estados asociados, expresaron un “firme apoyo” al reclamo argentino.
Resta aguardar una vigorosa acción de los organismos del Estado nacional, que deberán priorizar la recuperación de los territorios usurpados e insistir, ante las Naciones Unidas, para que Londres se avenga al diálogo bilateral por la soberanía del suelo en cuestión, instancia que, por ahora, es negada por el país anglosajón.