“Googleando” “Matriz Productiva de Mendoza” es fácil encontrar, a través de numerosos artículos periodísticos, la enorme preocupación detrás del título del presente artículo. 10 años atrás esto casi no existía ¿A qué se debe este cambio?
Las razones de “angustia” no son pocas. Excluyendo el catastrófico 2020, entre 2019 y 2009 la producción per cápita de Mendoza cayó más del 5% equivalente a un ritmo promedio de contracción del 0.5% anual, cifra bastante peor que Argentina (+ 0.2%) y Latinoamérica (+ 2.4% - excluyendo a nuestro país y a Venezuela).
Con estos resultados, no sorprende que la creación tanto de empleo privado y de empresas haya sido nula en estos años. La dinámica de la pobreza es consistente con este panorama aunque no deja de generar vergüenza tener niveles crecientes, tan altos (44%) e incluso desde hace varios años, registros superiores al promedio de las provincias argentinas.
La mala performance de la economía durante estos 10 años no resultó homogénea. Los sectores transables (pueden comercializar con el mundo) fueron los que más perdieron reduciendo el potencial exportador de la provincia.
¿Qué pasó?
Las razones pueden ser múltiples, sólo vamos a analizar tres hipótesis: ¿el mundo jugó en contra? ¿se agotó la Matriz Productiva? ¿Otros factores?. Para los ansiosos, “spoileamos” la respuesta: no hay evidencia clara de las dos primeras hipótesis pero sí de la última.
Hipótesis A: ¿Mala suerte y el mundo jugó en contra?
La principal influencia del mundo sobre la economía de Mendoza proviene del aspecto comercial y se relaciona con los precios internacionales y la evolución de las economías.
En el período analizado, el mundo se expandió a un ritmo similar al histórico mientras que los precios externos tanto de Argentina como de Mendoza no tuvieron una mala dinámica: en el primer caso crecieron y en el segundo caso estuvieron en promedio estables aunque con gran variabilidad en algunos casos. Dado estos resultados, esta hipótesis no tendría una clara evidencia para explicar el magro comportamiento de la economía.
Hipótesis B: ¿se agotó la Matriz Productiva?
Para evaluar esto, no debemos analizar el estado actual de los principales sectores sino la potencialidad de los mismos.
El sector con mayor peso en la economía provincial es el Comercio (más del 20% del Producto Bruto Geográfico - PBG) que incluye al Turismo. Debido a la pandemia estos sectores están profundamente afectados, pero no parece adecuado afirmar que estén agotados. Teniendo en cuenta el precio del dólar en los mercados marginales, probablemente el Turismo podría convertirse en uno de los sectores más dinámicos en generar empleo cuando se “normalice” la actual pandemia.
Otra actividad clave es la vitivinicultura. Al igual que el caso anterior, tampoco resulta razonable asumir que el mismo haya alcanzado sus límites. Seguramente requiere varios cambios y ajustes pero su potencial es enorme. Esto se puede apreciar analizando la dinámica de los precios internacionales de los vinos más finos del mundo. Utilizando la selección del índice Liv-Ex 50, los precios promedio del período 2010-19 se duplicaron respecto de los 10 años anteriores.
Entre los servicios, se destacan aquellos ofrecidos por los diferentes profesionales como también los del sector de telecomunicaciones. Al igual que en los casos anteriores, resulta imposible afirmar que los mismos ya hayan alcanzando sus propios límites.
El cuarto grupo en importancia está representado por los sectores relacionados con el Petróleo y el Gas Natural. Teniendo en cuenta las reservas de Vaca Muerta y la recuperación de los precios internacionales, tampoco es posible sostener que estos sectores no sigan teniendo bastante por ofrecer a la provincia.
Por último, analicemos rápidamente la producción agrícola. Si bien su performance en los últimos 10 años no ha sido buena, su potencial puede ser muy importante llevando a cabo obviamente los cambios requeridos. Una simple evidencia de esto surge de observar los niveles de exportación de Chile en los mismos productos que genera el agro mendocino (u$s 4 mil millones versus 200 u$s millones en Mendoza).
Estos argumentos muestran que no es posible afirmar que la Matriz Productiva esté agotada aunque seguramente sus sectores deben mejorar en muchos aspectos y por supuesto, también sería deseable que se diversifique incorporando nuevas actividades: economía del conocimiento (aún con un peso muy pequeño: 1% del PBG), nueva Minería (con las regulaciones pertinentes y en aquellos municipios con “licencia social” para su desarrollo), etc.
Hipótesis C: ¿Otros factores?
Habiendo descartado las hipótesis A y B, aparecen 4 factores macroeconómico que están asfixiando la economía: tres a nivel nacional y uno provincial.
Los de índole nacional son las siguientes:
- fuerte avance de los desequilibrios macroeconómicos (sintetizados en la tasa de inflación).
- controles y/o atrasos cambiarios que atentan contra los sectores exportadores.
- elevada presión impositiva.
La mayoría de las variables macroeconómicas más relevantes provienen del entorno nacional. No obstante, dentro del “metro cuadrado” que tiene la provincia para afectar la economía a nivel macroeconómico se destaca la presión impositiva local.
Entre 1999 y 2009, la presión tributaria efectiva de Ingresos Brutos y Sellos en Mendoza era similar al promedio nacional. Sin embargo, en la última década (específicamente entre 2012 y 2014), el peso de los mismos en la economía aumentó mucho más en Mendoza y por lo tanto, contribuyó (en forma adicional a los otros tres factores nacionales) a la asfixia de la economía mendocina.
Si bien en los últimos años el avance de la presión tributaria en estos impuestos se detuvo e inclusive disminuyó parcialmente, el aumento que se generó en su momento aún no se ha revertido significativamente y los niveles de presión tributaria quedaron muy por encima del promedio de las provincias en el país (5.5% del PBG versus 4.3%).
La razón por la cual aún no se ha revertido la mayor presión impositiva seguramente la tienen los legisladores que votaron los presupuestos de la provincia, pero sin duda está muy relacionado con la evolución del gasto público que también explotó durante 2012 – 14 y, si bien comenzó a bajar en 2019 y 2020, aún está lejos de volver a los niveles de la década anterior.
Conclusiones
La mala performance que ha tenido la economía mendocina en los últimos 10 años no está relacionada con problemas del mundo ni con la estructura de su matriz productiva.
Durante este período la economía ha estado asfixiada por 4 problemas macroeconómicos: tres de índole nacional y uno de resorte provincial. Con la asfixia de estas variables, ninguna matriz productiva podría haber resultado viable.
Desde el punto de vista provincial, los instrumentos macroeconómicos son muy limitados. No obstante, el de mayor poder es la presión impositiva local que es uno de los 4 factores que ha asfixiado a la economía. Si bien en los últimos años, el avance de la presión tributaria local se detuvo e inclusive disminuyó parcialmente, el aumento que se generó en 2012 – 14 aún no se ha revertido significativamente y los niveles de presión tributaria quedaron muy por encima del promedio de las provincias en el país.