Los intentos de revitalizar el Mercosur en la Cumbre de Foz Iguazú plantean perspectivas limitadas debido a las situaciones políticas y económicas globales y regionales.
Esta reunión presencial es la primera desde 2019 y la negociación con la UE se realiza seis años después de la firma del acuerdo comercial, cuya resolución se ha venido postergando.
Durante la primera década del siglo, con gobiernos de centroizquierda hubo coherencia política en el bloque y su integración se amplió a Unasur. Sin embargo, los avances económicos fueron escasos. En la segunda parte de la década, predominaron los gobiernos de centroderecha. Brasil abandonó la Celac y Unasur fue desactivada.
Ahora la crítica situación financiera de Argentina, al borde del default con el FMI, se ha evitado pagando un vencimiento en yuanes, moneda en la cual tiene casi la mitad de sus reservas nominales. Esto es excepcional dado el interés de Estados Unidos en mantener al dólar como moneda dominante. China promueve la desdolarización del comercio exterior -ampliada por las sanciones occidentales a Rusia-, lo que ha aumentado el uso de monedas nacionales en el comercio.
La relación entre Brasil y Argentina es relevante en la integración regional. Durante los años de Bolsonaro, hubo convivencia con Macri y Fernández, pero los avances fueron limitados. La relación entre Lula y Fernández es buena desde el punto de vista político, pero la integración es incierta.
Si Juntos por el Cambio gana en Argentina a finales de 2023, la divergencia política con Brasil se fortalecerá y no favorecerá la integración. Lula asume la presidencia pro tempore del Mercosur en un momento en que el comercio del grupo regional alcanza los 752.600 millones de dólares. Ha disminuido debido a la pandemia pero se incrementó un 38% en los últimos dos años, la cifra más alta desde 2014.
Previo a la Cumbre, los cancilleres expresaron escepticismo sobre avanzar rápidamente en el acuerdo con la Unión Europea y postergaron avanzar con nuevas incorporaciones al Mercosur.
En cuanto a Argentina, tiene su mayor déficit comercial con Brasil en varios años. En junio de 2023, el comercio bilateral alcanzó los 2.896 millones de dólares, un 0,8% inferior al año anterior. Pero Argentina registró un saldo comercial de 1.042 millones de dólares en ese mes, el máximo desde 2000.
La eventual incorporación de Bolivia como miembro pleno complicaría los acuerdos extra-bloque debido a las afinidades políticas con Uruguay y Paraguay. Bolivia atraviesa una crisis interna con un gobierno dividido. En el caso de Venezuela, sus diferencias ideológicas dividen al Mercosur. Además, la prohibición de la candidata opositora Corina Machado y la negativa de Maduro a participar en acuerdos han generado divisiones y movilizado a la OEA. Bolivia se encuentra en una crisis por el enfrentamiento entre el presidente Luis Arce y el ex presidente Evo Morales. La falta de acciones políticas regionales para resolver o contener conflictos, ha llevado a Cuba a intentar mediar en Bolivia, sin demasiada suerte. Los países del Mercosur, así, desarrollan simultáneamente su acción diplomática regional en la Unasur y la Celac.
La Cumbre del Mercosur tiene pocas posibilidades de avanzar en el acuerdo comercial con la UE. Además, no ha logrado avances en otras negociaciones fuera del bloque y con Europa enfrenta objeciones de países como Francia e Irlanda por la protección de su agro.
La presidencia semestral de España se complica debido a las elecciones en las que podría ganar la centroderecha y su falta de posición clara en este tema.
Úrsula Von der Leyden, titular de la Comisión Europea, visitó México, Brasil, Chile y Argentina en junio, antes de la Cumbre de jefes de Gobierno de la UE y la Celac en Bruselas, pero divergencias sobre la invitación al Presidente ucraniano redujeron las expectativas.
Brasil asume la presidencia pro tempore criticado en el G7 por su política exterior. Pero su pertenencia al grupo BRICS abre nuevas perspectivas. En junio, el presidente argentino ratificó la intención de integrarse al mismo, aunque este objetivo se concretará a largo plazo. En agosto se realiza la Cumbre anual de los BRICS, que tratará el acceso a garantías crediticias para países en desarrollo, ampliando la proyección de la institución financiera.
*El autor es director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría
Seguí leyendo
