No vemos qué tienen en común las expresiones ‘Esa ropa no te va’, ‘Va permanentemente contra la corriente’ y ‘Voy por la hoja cuarenta del libro’.
Hay un verbo en común que, en cada contexto, funciona con valor significativo distinto: se trata del verbo ‘ir’. Analicemos esta polivalencia; en primer lugar, todos sabemos la definición esencial de ‘ir’, como “moverse de un lugar a otro apartado de la persona que habla”: “En un momento, los bailarines van de un extremo a otro del escenario”. Por ello, también ‘ir’ equivale a “caminar de acá para allá”: “Nervioso, iba a cada rincón del recinto”.
Cuando nos referimos al espacio o al tiempo, podemos usar ‘ir’ para indicar que algo se extiende de un punto hasta el otro: “La influencia italiana va de una provincia a otra” y “Ese movimiento va entre la segunda mitad del siglo XX y la primera década del XXI”.
Si a ‘ir’ le sigue un gerundio, se pueden denotar dos cosas: o bien la actual y progresiva ejecución de una acción o bien que una acción empieza a verificarse: “Vamos avanzando de a poco” y “Van empezando la construcción de la nueva obra”.
Otras veces, cuando se habla con ironía, se puede usar el verbo ‘ir’ seguido de un adjetivo o de un participio para indicar exactamente lo contrario de lo que ellos indican: “Vas beneficiado con el nuevo decreto” señala que el sujeto de la oración es perjudicado por el decreto mencionado, expresado irónicamente con el verbo contrario “beneficiar”. Y con el participio de verbos transitivos, significa padecer su acción o, al lado de verbos reflexivos, significa hallarse en el estado producido por ella: “Va perjudicado por la venta” y “Vamos arrepentidos”.
Forma también perífrasis verbales con la preposición ‘a’ y el verbo principal en infinitivo, para señalar una acción próxima a cumplirse: “Voy a salir pronto de viaje”. También, esas mismas perífrasis pueden cobrar valor exhortativo: “¡Vamos, a levantarse!”. Acompañado este verbo de distintas preposiciones, puede señalar comportamiento o modo, pero también acción o pensamiento contrarios: “Vamos con prudencia”, “Voy contra el pensamiento oficialista”, “Siempre va contra la moderación”.
Puede este verbo señalar la inclinación hacia una carrera o profesión: “Ella va para docente”. También, puede señalar el progreso en una acción, en un lugar o en un tiempo determinados: “Ya va por la mitad de la carrera”. “Lee tan rápido que ya va por la hoja cien del manuscrito”. En referencia a una actitud o a una cualidad, se dice, por ejemplo, “las va de simpático” o “las iba de matón”.
Cuando en una conversación, escuchamos que alguien nos dice “¡vamos!”, significará que se va a retomar el hilo del asunto. En cambio, si oímos “allá va lo que es”, se significará que repentinamente y sin prevenir a alguien, se le dice algo que ha de dolerle o disgustarle: “Allá va tu experiencia”. Por otro lado, si oímos que alguien nos dice “él va a lo suyo”, habremos querido indicar que se despreocupa de los demás y que solamente piensa en los asuntos o intereses propios: “Ella es terriblemente egoísta y solamente va a lo suyo”.
Si alguien se interesa por nosotros, nos pregunta “¿Cómo te va?” Si respondemos que “nos va bien”, podremos significar que nuestras cosas se desarrollan de modo satisfactorio y que aquello que estamos realizando nos conviene o nos favorece: “Me va muy bien con el nuevo negocio” y “El cambio de moneda va bien para mis operaciones”. En cambio, “ir mal” señalar que las cosas se desarrollan insatisfactoriamente o que no nos convienen: “De un tiempo a esta parte, mis negocios van mal”.
Además, existen frases hechas que dan cuenta del alcance de nuestras acciones: “ir detrás de algo” indica que intentamos de modo insistente conseguirlo; “ir lejos” señala que se está muy distante de lo que se dice, de lo que se hace o de lo que se quiere dar a entender; pero también que se han conseguido notables adelantos: “El periodista ha ido muy lejos con su pregunta” y “¡Qué lejos ha ido con su investigación!”. “Ir largo” o “ir para largo” son locuciones que señalan que algo va a tardar en verificarse: “Tu nombramiento va para largo”.
Resignación connota la locución “ir tirando”, que en forma coloquial da a entender que la persona se halla en una situación en que no se tienen grandes obstáculos, pero tampoco muchas ventajas: “No me quejo, voy tirando”.
Cuando deseo señalar un movimiento incesante y en varias direcciones, tanto de personas como de cosas, puedo usar la locución “ir y venir”; en cambio, “ir y venir en algo” indica que se insiste en ello: “No pierda el tiempo yendo y viniendo en algo absurdo”.
Mi indiferencia hacia un asunto queda evidenciada en la expresión “no me va ni me viene”: “Dígame lo que quiera porque el tema no me va ni me viene”. En cambio, la expresión “sobre si fue o si vino” indica, coloquialmente, la contrariedad en una disputa o reyerta y se da a entender que ha sido vano el motivo de la discordia.
Valor interjectivo tiene la locución “¡Vamos despacio!”, usada para prevenir a alguien que se modere en lo que va hablando o en lo que va a hacer con audacia, con demasiada viveza o fuera de razón: “En relación con la ejecución del testamento, ¡vamos despacio, por favor!”; por su lado, “vamos claros” es también una expresión coloquial que manifiesta el deseo de que lo que se trata se explique con sencillez y claridad.
¿Qué significa “vaya usted a saber”? Es una expresión con la cual se manifiesta duda o incertidumbre ante algo que, a veces, en forma de sospecha, se acaba de expresar: “-¡Qué enriquecimiento logró Pedro! – Vaya usted a saber con qué medios lo consiguió”.
Por fin, para despedir a una persona indicándole nuestro disgusto, enfado o desprecio, podemos elegir dos expresiones que darán cuenta de ello: “vete en hora mala” (también, “enhoramala” y “noramala”) y “vete (andá) a esparragar”.