Alarma motivada por las noticias que nos informan del crecimiento de una ola de violencia que nos está sacudiendo.
Aparición de motochorros, ignotos hasta hace poco; asaltos a barrios privados (caso Balter), que tampoco eran conocidos en nuestra provincia y que denotan la extrema audacia que están derrochando los delincuentes; asaltos (caso Ulpiano Suarez) y balaceras por doquier.
Menciono los casos de Balter y Suárez, para que se tenga en cuenta la desprotección y temor que podemos experimentar los ciudadanos de a pie.
Nuestra provincia al parecer está relajando las medidas y procedimientos que caracterizaron al anterior gobierno provincial.
Yo mismo veía con satisfacción patrulleros circulando con profusión por las calles del Gran Mendoza y un servicio de preventores, bastante visible.
Creo y pido que las autoridades y en especial el Ministerio de Seguridad adopten una posición más efectiva frente a aquellas lacras que hacen temblar a los mendocinos de bien.
Si el ministro del área no responde a las expectativas, mejor es que se retire y asuma alguien con mayor capacidad y decisión.
No podemos permitir que la delincuencia avance y convierta a la provincia en el infierno que se vive en otras.
Señor gobernador, en sus manos está la solución.
No dude, luego será muy tarde.