No miren arriba

La sátira de Netflix nos lleva a advertir a dónde los mendocinos tenemos que mirar: la megasequía, el modelo del agua y la matriz productiva, entre otras problemáticas.

No miren arriba
El secano lavallino, postal de la escasez de agua en Mendoza (José Gutiérrez / Los Andes)

Así se llama una película de Netflix con Leonardo DiCaprio y Meryl Streep, a mi juicio, una buena sátira de cómo los estadounidenses niegan o ignoran los grandes males que se vienen, como el cambio climático, y cómo la dirigencia política interviene en la realidad que describe la comunidad científica o los científicos, acompañada de los nuevos dueños del dinero. Traída esa situación a Mendoza, el tema sería decirle a los mendocinos que no miren hacia la montaña sin nieve, con glaciares en retroceso, a los ríos sin o con mucha menos agua y hacia el desierto que avanza. Todo ello con la ilusión de que no es para tanto, que ya pasará, que en fin… el gobierno y las grandes constructoras lo van arreglar, haciendo Portezuelo por ejemplo, aunque no haya agua para llenarlo.

Dónde mirar

Algunos con mucho énfasis creemos que debemos mirar cómo afrontar la megasequía que tenemos encima, la peor crisis hídrica en 620 años nos dice la ciencia o los científicos en un Atlas de Sequías confeccionado sobre la región.

Insisto es bueno el mensaje de la película: “miren donde hay que mirar” cuando ocurre un fenómeno de las dimensiones y consecuencias catastróficas que el cambio climático produce en el mundo de hoy, y no hacia otro lado.

El viejo modelo y sus falencias

Ese buen modelo de fines del siglo XIX de cómo aprovechar y distribuir el agua que bajaba de la cordillera para convertir este desierto en un vergel, no va más. Y no va más porque los ríos traen la mitad de la poca agua que traían y la previsión es que en el futuro traerán menos

Además este sistema de recolección, distribución y uso del agua, tanto para uso humano (12%) como para cultivos (80%) entre la ineficiencia de las redes públicas y la ineficiencia del sistema privado, intracasa o intrafinca, pierde más del 50% del agua que hoy traen nuestros ríos. ¡Más del 50% se pierde! ¡Y el mundo de la ciencia nos advierte que estamos ante una megasequía y que vino para quedarse!

El más elemental sentido común nos dice que primero y sin lugar a dudas hay que reparar, eliminar nuestras ineficiencias, públicas y privadas, esas que nos hacen perder más de la mitad de la poca agua que hoy tenemos y que en el futuro no tendremos.

Los que saben dicen

Un alto porcentaje de los desastres naturales como las sequías y las inundaciones son atribuidas a la conducta humana, como la emisión de gases de efecto invernadero para la atmósfera, entre otras cosas. Hay que poner patas arriba el sistema socioeconómico para cambiar este panorama. Esa podría ser una solución. Ya no hay una acción individual o aislada que sirva. Hoy tenemos menos posibilidades de accionar individualmente en este contexto, pero, mientras más nos demoremos y solo reaccionemos, no habrá solución real. Tenemos que empezar ya con propuestas para hacer un cambio gradual. Sino, en breve, el cambio deberá ser radical”, alerta el investigador Mariano Morales quien lideró el equipo de trabajo que hizo el Atlas a que nos referíamos al principio.

Nos alerta también el mismo Morales sobre algunos puntos que necesitan encausarse desde una visión distinta: la matriz productiva, el transporte, el hiperconsumo, las formas de practicar la agricultura y el ordenamiento territorial, entre otras cosas.

No miren arriba (2021), la sátira para ver en Netflix
No miren arriba (2021), la sátira para ver en Netflix

Reunir a los que saben

Varios tenemos la certeza de que en Mendoza, hay muchos Morales que saben por dónde hay que ir, el tema es que ellos no resuelven, no deciden, y tampoco se juntan a coordinar sus saberes, sus investigaciones. Es necesario que esos conocimientos se transformen en un plan, como el que supieron hacer aquellos pioneros del siglo XIX.

El rol de la política

Ese es el rol de la política, conducir la sociedad a un destino mejor, y hoy urge que Mendoza geste y comience a ejecutar un plan hídrico que contemple los nuevos paradigmas que las dramáticas circunstancias del cambio climático en forma de sequía nos impone, con la ayuda de los conocimientos y la experiencia que muchos de nuestros comprovincianos tienen.

El saber priorizar los temas es un punto central del acierto en la conducción, como comparar el tema de la megasequía con la boleta única, los concejales ad honorem, temas que pueden ser, pero en orden de prioridades y urgencias no parecen comparables.

Miremos donde hay que mirar. Los mendocinos padecemos varios males, la pobreza, la inflación, la falta de crecimiento que no depende su solución solo de nosotros, somos parte de un país que tiene esos males, pero lo del agua es solo un problema nuestro, que nosotros solos debemos solucionar. Hora de ocuparnos en serio, porque vamos a chocar.

*El autor de la columna es Arturo Lafalla, quien fue gobernador de Mendoza entre 1995 y 1999.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA