En octubre de 2018, luego de la derrota sufrida por su partido (CDU) en las elecciones regionales en el estado federado de Hesse, Ángela Merkel, asumiendo la responsabilidad del resultado de las elecciones, decidió no presentarse para un nuevo mandato.
Las elecciones generales tuvieron lugar el pasado 26 de septiembre y el partido conservador (CDU), y su socio bávaro (CSU), obtuvieron un duro castigo por parte de los electores, con apenas un 24,1% de los votos.
El Partido socialdemócrata (SPD), tradicional contrincante de los conservadores, obtuvo un inesperado triunfo con el 25,7% de los sufragios.
Las razones del fracaso del oficialismo pueden verse más claramente ahora, a semanas de los comicios.
El candidato de la CDU/CSU, Armin Laschet (60 años, oriundo de Aquisgrán), tal vez haya sido el principal motivo. Laschet, que demoró bastante en reconocer la victoria de su adversario, Olaf Scholz, terminó, varias semanas después, por asumir la total responsabilidad de la debacle electoral. Ni el explícito e inusual apoyo de Ángela Merkel le alcanzó para remontar un final anunciado por todas las encuestas.
Olaf Scholz (63 años, nacido en Osnabrück), actual ministro de Finanzas del gobierno Merkel, supo mostrarse seguro de sí mismo y con respuesta a todas las preguntas que se le hicieron en los tres debates previos a los comicios.
Pero, ¿quién es Olaf Scholz? Abogado especializado en derecho laboral, Scholz vivió buena parte de su juventud en Hamburgo, donde estudió y ejerció algunos años su profesión. Pero el destino le tenía reservado un preponderante rol en la historia del país.
Conocido como un hombre ‘cerebral’ y enemigo del déficit fiscal (una de sus frases más repetidas es ‘no hay que gastar más de lo que se tiene’), fue ministro de trabajo del ex canciller Gerhard Schröder y alcalde de la ciudad hanseática de Hamburgo.
Puertas adentro de su partido tiene fama de hombre aburrido y con poco carisma. No obstante ello, era quien tenía mejor imagen a nivel nacional. Por ello es que en la convención partidaria de agosto de 2020 fue elegido como candidato a la cancillería federal, candidatura que fue ratificada en el Bundesparteitag de mayo de este año.
Como vicecanciller federal en el último cuatrienio de Merkel, además de ministro de finanzas, Scholz es un gran conocedor de la situación del país a nivel interno y del contexto europeo en el que Alemania juega un papel preponderante.
El partido de Scholz, el SPD, al no haber obtenido en las elecciones una mayoría que le permita gobernar en solitario, ha debido recurrir a las otras fuerzas con buen desempeño en las urnas, como el partido ecologista Los Verdes (14,8 %) y los liberales del FDP (11,5 %).
A pocos días de las elecciones, las tres fuerzas iniciaron conversaciones a fin de gobernar en coalición, la coalición ‘semáforo’, por los colores que representan a los tres partidos.
Dichas negociaciones, ya bastante avanzadas, hacen avizorar que tal vez en diciembre de este año 2021, Alemania tenga su nuevo canciller federal para los próximos cuatro años.
La tarea que espera a Scholz no es menor. Si bien Merkel se retira con muy buena imagen a nivel interno e internacional, ella ha dejado tareas inconclusas, tales como el fortalecimiento del Euro, la consolidación de la unión de Europa, una política migratoria europea común, con criterios precisos, además de no haber resuelto el creciente auge de la extrema derecha en ciertos miembros de la Unión.
El creciente número de casos de Covid-19 en el país, por estos días, también hace prever que la política sanitaria es también un problema sin una solución a la vista ante el gran número de alemanes que no creen que las restricciones y las vacunas constituyan un freno efectivo a la pandemia.
El cargo más alto del ejecutivo alemán espera a Olaf Scholz, como podemos ver, con grandes desafíos; los alemanes y Europa esperan que el nuevo canciller esté a la altura de las circunstancias.
*El autor es abogado.