Ordenamiento territorial: cinco desafíos que urgen en Mendoza

En Mendoza, el ordenamiento territorial es una competencia concurrente entre la provincia y los municipios.

Ordenamiento territorial: cinco desafíos que urgen en Mendoza
En Mendoza, el ordenamiento territorial es una competencia concurrente entre la provincia y los municipios.

La implementación de las leyes N° 8.051 y N° 8.999 sobre Ordenamiento Territorial (OT) en la Provincia de Mendoza, permite identificar al menos cinco desafíos en los que debemos avanzar como sociedad.

Procesos participativos. Las normas antes mencionadas contemplan estrategias participativas en las distintas fases del OT. Sin embargo, la participación ciudadana en sí misma es un proceso complejo que requiere ser planificado. El desafío consiste en la conformación de equipos interdisciplinarios que guíen eficientemente este proceso, convoquen a sectores representativos de la sociedad y aseguren la transparencia de los resultados obtenidos.

Marco normativo e institucional. En Mendoza, el OT es una competencia concurrente entre la provincia y los municipios. Sin embargo, existen múltiples instituciones nacionales, provinciales y locales que tienen su jurisdicción en Mendoza. El desafío consiste en encontrar mecanismos de coordinación entre ellas para optimizar las intervenciones territoriales y prevenir conflictos derivados de vacíos o superposiciones en la normativa vigente; en especial cuando estos provocan consecuencias indeseadas en el territorio.

Los planes municipales de OT (PMOT). Pocos municipios han aprobado sus respectivos PMOT, si bien cuentan desde hace décadas, con otras herramientas de planificación territorial que generalmente han sido aplicadas, en especial en áreas urbanas. Frente a ello, las leyes N° 8.051 y N° 8.999 ofrecen bases conceptuales y metodológicas, que dan cohesión a las políticas territoriales de Mendoza. El desafío para los municipios consiste en recrear su forma de ordenar el territorio, considerando los lineamientos del Plan Provincial de OT, pero potenciando especialmente la identidad y fortalezas de sus respectivos territorios, en el mediano y largo plazo.

Reducción del riesgo de desastres. Este paradigma propuesto por Naciones Unidas debe acompañar a todas las fases del OT, a fin de prevenir daños y pérdidas en la población, sus actividades e instalaciones. Ello implica que los diagnósticos territoriales y las propuestas de intervención deben considerar las condiciones de riesgo existentes, a fin de reducirlo. Mendoza aún no ha generado su Plan Provincial de Gestión del Riesgo y Manejo de Emergencias. El desafío consiste en formar capacidades y promover instancias de diálogo entre los sectores científicos, académicos, técnicos y de gestión pública en la práctica del OT.

Desarrollos adaptados a las condiciones ambientales. Los proyectos de intervención territorial en zonas urbanas, rurales o naturales, no siempre cuentan con diseños o patrones de asentamiento que respeten las características naturales del territorio (cauces hídricos, pendientes, recursos biológicos, etc.) Urge entonces conocer las particularidades ambientales del área a intervenir, a fin de promover formas sostenibles de ocupación del suelo acordadas entre los sectores público y privado. Estos desafíos, junto a otros no mencionados, constituyen una plataforma que permite a Mendoza repensar y mejorar su Política de OT reconociendo, además, que se ubica en una posición de vanguardia respecto del resto de las provincias argentinas.

*La autora es Docente e investigadora - Facultad de Filosofía y Letras, UNCuyo.

Edición y producción: Miguel Títiro.

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