La reciente visita a la provincia de la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, dejó la satisfacción del reconocimiento al trabajo realizado en Mendoza por las autoridades sanitarias locales en el marco de la pandemia.
La funcionaria nacional estuvo en nuestra provincia con el propósito de coordinar la distribución de la vacuna rusa contra el coronavirus y acompañar al gobierno local en la política de aplicación de las dosis que le corresponden a Mendoza.
Además, Vizzotti se reunió con el gobernador Rodolfo Suárez y su ministra de Salud, Ana María Nadal.
Luego, ante los periodistas, destacó que la provincia “tiene un trabajo fuerte en materia de vacunación” y que “la estrategia de Mendoza es innovadora” en cuanto a la llegada de las dosis a los distintos sectores poblacionales.
En primer lugar, hay que destacar el nivel de diálogo y cordialidad expuestos por los funcionarios de una y otra jurisdicción. Eso permitió emitir una señal de diálogo y búsqueda de consenso en un tema prioritario para la Argentina, como sigue siendo el abordaje del Covid 19.
Por otra parte, la ponderación que hizo la funcionaria de la Nación de lo que se realiza en nuestra provincia en materia sanitaria por el coronavirus es un estímulo para las autoridades locales y, muy especialmente, para los profesionales de la salud de todos los niveles, que durante el año pasado dedicaron tiempo y vocación para evitar que la pandemia desbordara los lugares de internación.
Debe recordarse que, con motivo de la emergencia sanitaria dispuesta por la Nación a partir de marzo de 2020, Mendoza, a través de sus autoridades, dio un ejemplo de alineamiento y respeto a las directivas presidenciales, sin reparar en diferencias partidarias y procurando ejercer la autoridad delegada con el margen de discrecionalidad adaptado a las circunstancias.
Eso llevó a que nuestra provincia, de algún modo, marcara el rumbo en cuanto a la flexibilización de las actividades económicas manteniendo los protocolos correspondientes.
Las diferencias que surgieron con el gobierno nacional durante la muy extensa cuarentena fueron superadas con buena voluntad de las partes.
Este reciente encuentro con las autoridades de Salud de la Nación también permite preparar el terreno para lo que se espera inevitablemente: una nueva ola pandémica, o rebrote, que exija una complementación entre la atención hospitalaria y el plan de vacunación ya lanzado.
Finalmente, es de desear que esta buena sintonía esté reafirmando el camino institucional que debe imperar entre el gobierno nacional y el de las provincias cuando sus autoridades no son del mismo signo político.
En el caso concreto de Mendoza, con el reciente desplante sufrido por el Gobernador al no ser invitado a integrar la comitiva presidencial a Chile, se incurrió en una falta de respeto y en un error político institucional que no debería repetirse.