“El objetivo que me han recomendado el presidente Alberto Fernández y la senadora Anabel Fernández Sagasti es recuperar la red vial de Mendoza”. Lo dijo el último miércoles Guillermo Amstutz al asumir al frente de Vialidad Nacional en la provincia, en otra demostración de que reciclarse en la política y sobre todo en cargos públicos es un arte que no cualquiera domina. Su sobrevivencia política es uno de los casos más notables en Mendoza, aunque no el único. Hay otros dirigentes que, si bien ya dejaron la primera línea y no ocupan cargos electivos, siguen saltando de función en función como verdaderos todoterreno.
Para muestra basta un botón, o algunos botones. A continuación, repasamos las trayectorias de cuatro dirigentes que desde que volvió la democracia, han sabido ubicarse en un cargo público más allá de los gobiernos de turno. Son dos peronistas y dos radicales (porque en esto no hay diferencias partidarias) que siguen ahí sin que nadie pueda jubilarlos.
1- Guillermo Amstutz. Empezó su carrera como director de Ingeniería en Irrigación en 1989, durante el gobierno del peronista José Bordón. Dos años después llegó a la intendencia de Las Heras, donde fue reelecto dos veces más, hasta que en 2001 dejó el cargo para asumir como diputado nacional. En ese rol se candidateó a la Gobernación y perdió la elección frente al radical Julio Cobos. Pero no se quedó sin nada: volvió a su banca en el Congreso y cuando terminó el mandato en 2005, se postuló a la Legislatura provincial. Así, fue electo senador como parte de la Concertación entre radicales y kirchneristas aunque después se quedó del lado anti K y permaneció allí hasta 2014, cuando pasó a conducir Aysam convocado por el gobernador Francisco Pérez. Ya de regreso en el redil del PJ, fue electo otra vez senador provincial hasta 2019. Perdió la interna en Las Heras para la intendencia, pero llegó ahora a Vialidad de la mano de la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti.
2-Patricia Fadel. En 1987 se hizo un lugar como mujer en el peronismo ganando una banca como concejal en Tunuyán. Después, en 1992, el histórico Juan Carlos Mazzón la convocó para ser delegada de Migraciones, hasta que en 1995 asumió por primera vez como diputada provincial. Cuatro años después terminó su mandato, pero se quedó en la Casa de las Leyes como “coordinadora de Diputados”. Y en 2003 logró nuevamente una banca, esta vez para el Senado. Ya convertida en una dirigente de peso en el sector azul del PJ, pegó el salto en 2007 al Congreso nacional como diputada, banca que logró revalidar en 2011 aunque en 2012, ya alejada del cristinismo, asumió como directora del Banco Nación. Tras el triunfo de Macri, volvió a la Legislatura a fines de 2015 como senadora. El año pasado, como Amstutz, se quedó afuera de todo pero como él, gracias a Fernández Sagasti accedió ahora a un cargo nacional: integra el directorio del Fondo Fiduciario Federal.
3- César Biffi. Debutó en un cargo público cuando fue electo concejal de Godoy Cruz por la UCR en 1983. En 1990 pegó el salto a la Legislatura como diputado provincial, donde se quedó toda la década tras ser reelecto en 1995. Su siguiente destino fue la intendencia de Godoy Cruz durante dos períodos, entre 1999 y 2007. Allí Biffi cruzó sus caminos con Amstutz: como el lasherino, fue parte de la Concertación entre el kirchnerismo y los radicales liderados por Cobos. Y como aquel, fue candidato y perdió la elección para Gobernador, en su caso con el peronista Celso Jaque. Su destino fue, entonces, otra vez la Legislatura: diputado hasta el 2011 y senador durante dos períodos hasta 2019. Sin lugar en las listas de Cambia Mendoza, no se quedó afuera del Estado: hoy es asesor en el ministerio de Gobierno que comanda Víctor Ibáñez.
4- Sergio Bruni. Fue nombrado subdirector de la Penitenciaría en 1984 durante la gestión de Santiago Llaver. Tres años después llegó a una banca en el Concejo de Capital, hasta que en 1991 saltó a la Legislatura como diputado. Al igual que Biffi, se quedó allí toda la década pero un poco más: hasta 2003. E incluso más, hasta 2011, aunque en ese caso como senador. Desde entonces, Bruni no volvió a un cargo electivo pero siguió trabajando en el Estado en la Municipalidad de Capital, con Rodolfo Suárez como intendente. Fue sucesivamente entre 2012 y 2019 coordinador de Relaciones Institucionales, subsecretario de Gestión Institucional y finalmente asesor de Intendencia. Este año, de la mano de Suárez, asumió como director ejecutivo del Instituto Universitario de Seguridad Pública.