Hace varios años ya, el partido que hoy me toca presidir, Renovador Federal, cuando era conducido por el gran dirigente sindical Guillermo Pereyra, ante la situación catastrófica en que se encontraba nuestra provincia, decidió junto a otras fuerzas políticas fundar Cambia Mendoza.
Era tal la situación de la provincia, que había problemas en el pago de los sueldos de los empleados públicos, con la liquidación a los distintos proveedores del Estado, que tenía demoras enormes y había generado una gran deuda.
La seguridad estaba descontrolada, teniendo un parque automotor policial en mal estado y con serios problemas logísticos, sin chalecos ni balas para los hombres de las fuerzas de seguridad, que día a día le ponen el pecho al cuidado de los mendocinos. Había departamentos dónde funcionaban muy mal los servicios que brindan los municipios.
Varios casos de corrupción se vislumbraban o se podían leer en los diarios, que hoy han sido sancionados por la justicia, de ex intendentes justicialistas que cumplen condena en los establecimientos penitenciarios de nuestra provincia. Solo a modo de breve descripción de lo mal que estaban las cosas.
Como todos sabemos, hay mucho que cambiar y mejorar. Pero en los últimos siete años, este frente heterogéneo que es Cambia Mendoza, recuperó la fortaleza de las instituciones republicanas de gobierno. La seguridad ha ido mejorando, hoy nuestras fuerzas cuentan con mayores recursos y logística, lo que ha devenido -a pesar de la economía nacional- en la reducción paulatina de varios índices delictuales.
Se comenzó en 2015 un proceso que continua de baja de las alícuotas de los impuestos provinciales, a pesar de la grave situación de la economía nacional que no ayuda a que este proceso se acentúe, como esperemos lo haga pronto, ya que es necesario seguir bajando impuestos.
Cuando el ex gobernador Alfredo Cornejo finalizó su mandato, se dio una situación que es de destacar: por primera vez en nuestra provincia probablemente en la historia, y también a nivel nacional, por lo menos desde 1983, sin ningún tipo de purga o persecución ideológica, solo respetando los principios liberales, se redujo la planta de personal provincial en 7.000 empleados públicos menos.
En 2015 el pago de salarios representaba el 56% del presupuesto y las inversiones en capital eran del 6%.
Había 99 mil agentes, más 3.390 con pases a planta, ascendiendo a 102.508 empleados públicos.
Cambia Mendoza eficientizó este sector y sólo se hicieron reemplazos en las áreas de los trabajadores esenciales como, docentes, personal de la salud y de seguridad.
Para 2019 las erogaciones de personal bajaron a 48% y las inversiones de capital superaban el 10%.
Fue la primera vez en la historia reciente de Mendoza, desde la democracia para acá que se sanearon las cuentas públicas y eso genera confianza para refinanciar nuestra deuda provincial. Deuda, que también ha sido saneada, siendo menor a las del 2015 expresada en dólares (para tener el valor real de 2015 a la actualidad). En el último balance la deuda pública total provincial es un 19% menor a la registrada en diciembre de 2015. El stock de deuda consolidada, es el menor de los últimos 20 años. Todos estos datos son el resultado de la gestión de un gobierno que se construyó a partir de la coalición de Cambia Mendoza.
Desde el Frente Renovador, y desde lo personal, para mí siempre Mendoza debe estar primero. Por eso fuimos fundadores de Cambia Mendoza. Hemos continuado trabajando en este frente expresando nuestro apoyo y en algunos casos manifestando nuestras diferencias, que las tenemos, y aportando para que nuestra provincia crezca.
Por supuesto que hay mucho por hacer. Mendoza debe seguir cambiando y mejorando. Pero debemos seguir adelante dejando de lado los intereses personales. No podemos volver atrás, la ruptura de Cambia Mendoza podría ser muy peligrosa para nuestra provincia y se podría perder todo lo logrado.
Este frente da todas las garantías establecidas por la ley para dirimir a través de las PASO, con boleta única, quiénes serán los candidatos.
Los mendocinos necesitamos una mayor discusión de cómo ampliar la matriz productiva, de cómo seguir bajando impuestos, de cómo tratar de mejorar la calidad de vida de nuestros conciudadanos a pesar de la grave crisis nacional y no centrarnos tanto en las candidaturas.
No son los candidatos, es la provincia y su gente, es la producción, es la matriz productiva, es la seguridad, la educación, la salud. Es Cambia Mendoza, es Mendoza.
*El autor es diputado provincial.