Fue una semana de expectativas para el gobierno provincial en lo referido a posibles inversiones y su alineamiento con la gestión nacional en todo lo que tenga que ver con optimización del gasto. Luces y sombras.
Dentro de lo que se puede considerar favorable a la gestión cabe mencionar la sanción final que dio el Senado provincial a la ley que autoriza al gobierno de Mendoza a desprenderse de las acciones de Impsa adquiridas en 2021, cuando el gobierno de Suárez participó del “rescate” dispuesto por la gestión de Alberto Fernández. Como ya se ha dicho, aquel fue un típico logro estatista del kirchnerismo aprobado a medias por un no del todo conforme radicalismo mendocino.
El oficialismo impuso su número mayoritario acompañado por el demócrata Magistretti. Voto obvio el de este legislador, ya que la de Impsa está llamada a ser la primera gran privatización de la gestión de Milei y el PD integra el bloque oficialista en el Congreso. Casi la totalidad del bloque de La Unión Mendocina votó en contra; llamativo del lado de De Marchi, que en 2021 se opuso airadamente al rescate de aquel momento y opinaba que la empresa, por ser privada, debía afrontar sus desventuras sin ayuda del Estado. Posiblemente pueda más en este caso la necesidad de diferenciación con el Gobernador.
También pudo mostrar en la semana el Ejecutivo la noticia de la empresa minera canadiense que promete invertir 20 millones de dólares para siete proyectos de exploración en Malargüe. Y también hizo sonar campanas de alegría para Cornejo el RIGI, se anunció la primera inversión en territorio local en asocio con YPF para el parque solar “El Quemado”, con una inversión de 230 millones de dólares.
Luego de todas estas buenas nuevas, Cornejo viaja a Londres como miembro de la llamada Mesa del Cobre, que integra junto a sus pares de San Juan, Catamarca y Salta, entre otras provincias. La estrategia minera los une más allá de identificaciones partidarias. Una incursión londinense ya prevista y para nada despreciable en base a su estrategia productiva.
Efectivamente, este viaje para participar de la London Metal Exchange Week 2024, también con su ministra del área, Jimena Latorre, es otra demostración de la decisión del gobierno mendocino de apostar por la minería. Un desafío que Cornejo quería dar, fiel a su estilo político, especialmente luego del traspié que tuvo Rodolfo Suárez a poco de asumir cuando embistió sin red de contención contra la ley 7.722.
Claramente la discusión está dada con los sectores no afectos a dicha actividad, que consideran que en algún momento la política provincial avanzará sobre la restrictiva legislación minera vigente, que Cornejo y su equipo alegan respetar.
Cuando vuelva de Londres, según lo prometió, el Ejecutivo deberá enviar a la Legislatura el proyecto de presupuesto provincial para el año próximo, luego de haber recibido la pauta nacional propuesta por la administración de Milei. El primer presupuesto libertario, luego de que se prorrogara por todo este año la aplicación del que había utilizado la administración massista en 2023.
Habrá que observar qué deciden Cornejo y su ministro Fayad después de haber analizado la pauta nacional en su versión Motosierra modelo 2025. En principio, como señaló Los Andes en una publicación reciente, causó no buena sorpresa la módica suma de 23 mil millones de pesos que el Ejecutivo Nacional le pretende destinar a Mendoza en obras públicas dentro del territorio provincial.
Por ello el Gobernador no se guardó apreciaciones sobre la pauta nacional de gastos y recursos y habló de “montos irrisorios” los contemplados para encarar o completar obras que interesan a su gestión y que necesitan y demandan los mendocinos. La Variante Palmira y la remodelación del añoso túnel Caracoles, por citar dos casos, quedan muy supeditadas.
Lo del viejo túnel ferroviario fue una iniciativa del propio Cornejo para agilizar el movimiento vehicular en el límite con Chile, un complemento para el túnel Cristo Redentor. Es una obra ya prevista en la gestión de Alberto Fernández. Y ni hablar de los puentes pendientes de la ruta 40 hacia el sur; si sigue pasando el tiempo sin mejoras el lugar podría pasar a llamarse algo así como Ruinas de la Desidia Estatal. Es algo realmente vergonzoso. Daños producidos en 2020 y 2021. Se pasa del Estado nacional ineficiente, que no hizo nada aun malgastando plata en otros asuntos, a esta administración que aduce no tener plata para la obra pública.
Resulta entendible el malestar del Gobernador por las escasas previsiones presupuestarias nacionales por la proximidad del año de elecciones y porque la gente, en general, poco distingue si lo que se hace o no se hace depende de la Nación o de la Provincia. Las obras están en territorio mendocino y la ciudadanía ve que los trabajos nunca avanzan. Grave.
Por lo tanto, es probable que las insuficientes cifras presupuestarias para los intereses de Mendoza merezcan un replanteo a la hora de la discusión en el Congreso. Algo ya insinuó el diputado Cobos.
De internas también se vive
Mientras tanto, y a medida que se acerca el tiempo preelectoral, en el justicialismo mendocino continúan con los cálculos a partir del pobrísimo porcentaje de votos obtenido en la última elección. Por una cuestión práctica, estratégica tal vez, y más que nada presupuestaria, ya estaría decidida la unidad para las elecciones del próximo año. Seguiría sobresaliendo el llamado grupo de los intendentes y entre éstos, Emir Félix (ex jefe comunal de San Rafael y hermano del actual, Omar). Es a quien puertas adentro del PJ se sigue mencionando como candidato a encabezar la lista de diputados nacionales, el puesto más atractivo en esta provincia del año electoral venidero.
Con respecto al camporismo, debilitado por el mayoritario no al kirchnerismo entre los mendocinos, acompañaría gustoso el proyecto de unidad. Podría acepar la presidencia del partido. Es que, comentan, no hay ganas ni plata para encarar una contienda interna desgastante. Además, qué pueden proyectar a tantos meses vista de una elección cuyo éxito o fracaso dependerá pura y exclusivamente de lo que logre el experimento libertario. Y para ver ese resultado hay que dejar pasar aún varios meses.
De todos modos, la unidad que buscan en el peronismo local no deja de tener características de estrategia mesurada si se tiene en cuenta el pobrísimo lugar que ocupa luego de las elecciones del año pasado y la incertidumbre reinante a nivel nacional: clara tirantez entre Kicillof y el camporismo y a la posibilidad de que un sector del radicalismo termine acercándose en el Congreso para sembrar algún experimento.
En materia electoral, aquí, en Mendoza, la voz cantante la tendrá pura y exclusivamente el Gobernador. Le corresponderá en su momento a Alfredo Cornejo decidir si se mantiene el calendario desdoblado o si se unifican elecciones locales y nacionales. Existe el antecedente de las legislativas de 2017 en una misma fecha, cuando Cornejo se sentía muy identificado con el rumbo que había impuesto el por entonces presidente Macri. Luego todo cambiaría. Dos años después desdobló y puso a salvo la candidatura de su sucesor, Rodolfo Suárez.
Falta mucho tiempo. La UCR cornejista seguramente tendrá la iniciativa cuando en La Libertad Avanza definan qué estrategia elegir para las elecciones en provincias. La hermana del Presidente, Karina Milei, que asume formalmente la conducción libertaria a nivel nacional, posiblemente no sea muy apegada a los acuerdos y prefiera, según dicen, que La Libertad Avanza compita con candidatos propios en la mayor cantidad de distritos. Algunos toman nota.
Si ello ocurriese, la competencia local se podría dividir en cuatro grandes sectores: el radicalismo gobernante, el PJ, los libertarios y las huestes de De Marchi, si no se suman, claro está, al andamiaje de la jefa libertaria. Tiempo al tiempo