Usuarios que viven o trabajan en la ciudad de Tupungato y sus alrededores, y que utilizan en forma diaria la ruta provincial 86, promueven la utilización responsable de esa vía de traslado, que se ha convertido en riesgosa para el tránsito y que acumula incidentes viales con saldo en víctimas fatales y heridos graves.
El último siniestro de importancia ocurrió el domingo 13 de junio, cuando tres personas perdieron la vida y cinco quedaron heridas debido a un choque frontal, en una de las curvas de la zona de Los Cerrillos, casi en la entrada vehicular al monumento al Cristo Rey.
La ruta 86 a la que nos referimos comprende los 36 kilómetros que se extienden desde la intersección con la ruta provincial 15, en Ugarteche, hasta la localidad de San José (Tupungato).
Conduce a la localidad de San José, ingreso al radio céntrico de Tupungato, donde no sólo hay excelentes viñedos y bodegas de primerísima línea, sino también una importante producción de frutos secos, como nueces, almendras y castañas. En su recorrido también se encuentra una de las petroleras de mayor relevancia.
Hace más de seis años fue remodelada y repavimentada, y resultó gravitante la ejecución del cierre alambrado a ambos lados de la cinta asfáltica por el potencial peligro de invasión a la calzada de animales (equinos o vacas).
Hay una parte central de esta vía de comunicación que está caracterizada por curvas y contracurvas que exigen una conducción muy atenta y responsable.
Inclusive, la Municipalidad de Tupungato recomienda que, en días inestables y en los cuales se pronostiquen o desarrollen tormentas intensas en el departamento y la provincia, no transitar por la provincial 86 camino a Los Cerrillos debido a que puede crecer el arroyo Anchayuyo.
Los múltiples usuarios, que se desplazan de ida o de vuelta por el camino, están conformes con la base de rodamiento, pero han manifestado observaciones respecto de la señalización de partes del camino. Especialmente esta falencia se nota en Los Cerrillos donde, en varias partes, las dobles líneas amarillas que indican la prohibición del sobrepaso, han desaparecido prácticamente. Tal situación induce a peligrosos adelantamientos. El otro aspecto que debe reforzarse es la señalización vertical que promueva una utilización más racional de la carretera.
Tal es la preocupación por parte de muchas personas que se desplazan por la ruta en cuestión, que una importante bodega del área decidió impulsar cursos de manejo defensivo entre su personal, con el fin de ponerlos a cubierto, en la medida de lo posible, de la conducción vehicular imprudente de otros que marchan por la misma cinta asfáltica. Especialmente de aquellos que lo hacen sobrepasando holgadamente la velocidad máxima permitida.
En suma, estamos frente a una excelente vía de comunicación con amplia trascendencia para la producción, la comunicación de los particulares por trabajo o residencia y una ventana al turismo de enormes posibilidades. Esa triple oferta debe obligar a las autoridades de la Dirección Provincial de Vialidad, junto con el municipio de Tupungato, a mantenerla en el mejor estado posible, actualizando periódicamente su cuidado y mantenimiento.