Se comenta que todavía hay repercusiones dentro de lo que era Juntos por el Cambio y el sector libertario por la caída de la mega ley de Bases impulsada por el gobierno nacional. Se insiste con que la llamada ala dialoguista fue la que condujo al acuerdo para la votación favorable en general. Ese espacio negociador tiene al ministro de Interior, Guillermo Francos, como a su principal exponente y al mendocino De Marchi, que es funcionario de la Jefatura de Gabinete para el diálogo con el Congreso, como uno de los que acompañan en esa línea.
No es nada novedoso que el llamado ministro “político” de un gobierno, como es el de Interior, sea el encargado de mantener cercanía con gobernadores y legisladores de otras expresiones partidarias. Pero en este gobierno es significativo por el estilo del Presidente y por la dureza de sus políticas de ajuste fiscal, avaladas, en definitiva, por un amplio sector de la sociedad. Por lo tanto, Francos está muy bien puesto en su actual sitial. Mérito, en todo caso, del propio Milei, consciente de que su exigente gestión necesitaba de un conciliador en este cargo. Milei agrede por las redes y los medios a sus opositores y Francos tiene que sonreírles y convencerlos de que todo era una puesta en escena…
De todos modos, se mantiene la versión de que la votación en particular, artículo por artículo, de la ambiciosa legislación del Gobierno fracasó por el desconocimiento de la mecánica parlamentaria por parte del oficialismo y no por intencionalidad de la oposición. Milei dijo en una entrevista por TV que había sido una estrategia para desenmascarar a la “casta”. En cambio, como en los casos policiales, testigos presenciales aseguran una y otra vez que el desatino sobrevino cuando el liderazgo de la negociación quedó a cargo del asesor Santiago Caputo.
Sea como fuere, las sesiones extraordinarias transcurrieron sin ningún proyecto aprobado y la llamada ley ómnibus probablemente resurja durante el año legislativo, pero presentada por segmentos, es decir, mediante distintos proyectos. Era lo recomendable.
El viernes 1 de marzo Milei deberá dar inicio a las sesiones ordinarias del Congreso. Es lo que le corresponde constitucionalmente como presidente de la Nación. Una oportunidad para suavizar su vínculo con opositores dialoguistas y de los otros, al margen de que nuevamente tenga previsto hablar ante sus seguidores desde las escalinatas del edificio legislativo.
El punto 8 del artículo 99 señala que el titular del Poder Ejecutivo puede recomendar para consideración de las cámaras legislativas las medidas que juzgue necesarias y convenientes. Tal vez sea una nueva oportunidad para explicar qué encontró su gobierno y qué pretende llevar a cabo con su plan, mayormente contenido en lo que constituía el mega proyecto. Faltan varios días para ese trámite y el clima político tenso con los gobernadores por el momento no permite despejar fácilmente el camino.
Mientras tanto, el presidente Milei también comienza a hablar de las elecciones de medio término, las que pueden ayudar al Gobierno a mejorar su representación parlamentaria, de modo de no tener en los dos últimos años de gestión las actuales y traumáticas limitaciones. Habló, también en una entrevista, de un 2025 venturoso para La Libertad Avanza en las urnas.
Es llamativo que habiendo transcurrido sólo dos meses de gestión el Presidente ya esté hablando de las próximas elecciones. Como él, hay varios en su espacio que también lo hacen. Es una apuesta muy lejana. Antes debería terminar de abrochar acuerdos para sortear los difíciles meses que se avecinan en lo económico y social y, por extensión, en lo político.
Mientras tanto, la política doméstica mendocina sólo muestra algunos chispazos como repercusión de las tensiones nacionales. Cornejo comienza a calentar motores para el año de gestión. Como es costumbre en esta provincia, después de la Fiesta de la Vendimia probablemente se escuche la orden de largada.
Es probable que en lo estrictamente partidario este 2024 mendocino tenga prioridades, como la reconfiguración de la oposición a Cambia Mendoza y el posicionamiento de los que, atentos a cómo le vaya a la gestión de Milei, se preparen para ser sus representantes y candidatos en el 2025 electoral.
Hay muchas miradas puestas en el reacomodamiento interno de Pro, tanto a nivel nacional como en nuestra provincia. ¿Volverá De Marchi formalmente al macrismo? Siempre ha mantenido la buena relación con el ex presidente, pero tiene que definir qué hacer con La Unión Mendocina, donde no todos comulgan con esa orientación. Si vuelve a Pro podría confrontar con Hebe Casado por la conducción provincial del espacio.
Además, De Marchi es hoy funcionario del gobierno mileísta. ¿Le alcanzará para constituirse en referente de los libertarios sin ser él libertario? Hay quienes le sugieren que primero arregle el retorno con Macri.
Y no hay que dejar de poner la mirada en quienes responden políticamente a Luis Petri, hoy ministro de Defensa del presidente Milei. En la semana los legisladores que le responden en Mendoza polemizaron con los radicales de Cambia Mendoza por la quita de subsidios y fondos de la Nación a las provincias. ¿Interna entre radicales?
Queda claro que el remezón que produjo el Presidente con sus propuestas, al margen de si son o no aprobadas, ya divide posturas e invita a planificar estrategias a mediano plazo.