La semana pasada el Senado aprobó el acuerdo con el FMI para refinanciar el préstamo que nuestro país tiene con el organismo internacional, una deuda contraída de forma irresponsable por el gobierno de Macri, que no pasó en aquel entonces por el Congreso, y que tampoco se vio reflejada en beneficios para el pueblo; no fue utilizada para hacer ni una sola escuela, ni una ruta, ni un hospital.
Entendemos que Argentina debía evitar el default, pero también sostenemos que con eso no alcanza: este acuerdo con el FMI no soluciona los graves problemas que tenemos los argentinos/as, incluso puede agravarlos si no tenemos un plan de desarrollo inclusivo acordado entre los distintos sectores políticos y sociales.
Nuestro país necesita un modelo de desarrollo con un plan productivo que genere empleo, con salarios que recompongan la capacidad de ahorro, de forma de fomentar el consumo y la inversión como factores reactivadores de la economía.
Hoy la inflación actúa como mecanismo de ajuste y recrudece los niveles de pobreza, dejándonos inmersos en una espiral involutiva. En ese sentido, esta semana se conocieron los índices de inflación del INDEC de febrero y las cifras resultan alarmantes; solo en dicho mes se produjo un aumento del 7,5% en alimentos y bebidas, suba que impacta de forma directa en los sectores más vulnerables. De esta forma, en Argentina se sigue profundizando un modelo de exclusión y pobreza.
Consideramos que en este contexto de agudización de las desigualdades se torna fundamental que la dirigencia política logre los acuerdos necesarios para aportar previsibilidad y generar confianza, y así recuperar un camino de crecimiento más inclusivo.
En este sentido, creemos que la Argentina necesita de grandes acuerdos en el Gobierno, en el Congreso y en la sociedad civil, pero ese diálogo debe ser estable, permanente e institucionalizado, por eso insistimos en la creación del Consejo Económico, Social y Político. No hay forma de salir de esta crisis si no es convocando a un gran pacto social. Necesitamos fortalecer las instituciones representativas e incorporar a la cultura política de nuestro país la idea básica de la institucionalización del consenso.
Poder planificar con una mirada federal políticas públicas a mediano y largo plazo, independiente de los gobiernos de turno, es clave para el crecimiento de nuestro país. No podemos ser rehenes de internas políticas de ningún oficialismo.
La Argentina debe volver a crecer económicamente sobre bases sólidas, de la mano de la industria y el campo trabajando en conjunto, pensando en una reforma tributaria integral y sobre una nueva matriz energética con un nuevo pacto eco-social.
Por eso -haciendo anclaje en lo que pasó esta semana respecto a las retenciones- no creemos que el camino sea cerrar la exportación de subproductos de soja o aumentar la alícuota de los mismos, porque entendemos que eso contribuye a la desindustrialización. Y justamente como país necesitamos lo contrario: agregar valor.
En este sentido, es mucho lo que el interior productivo aporta al Estado nacional y poco lo que vuelve: necesitamos que parte de lo que aporta la producción agropecuaria se redistribuya en las provincias y localidades con obras de infraestructuras viales, hospitalarias, educativas, y de infraestructura social.
Necesitamos un federalismo en serio, no el de las “capitales alternas”, sino el de un Estado presente que contribuya al desarrollo económico y social del interior de nuestro país. ¿O acaso es federalismo que cuando una persona de un pueblito recóndito del interior del país carga combustible esté financiando el transporte público de CABA y su área metropolitana?
Pero no nos resignamos ni bajamos los brazos; desde el Partido Socialista vamos a seguir insistiendo en una distribución equitativa de los subsidios al transporte para el interior, para que los recursos de las retenciones por exportaciones a la soja vuelvan en obras de infraestructura para nuestras ciudades y pueblos, para dotar de herramientas al sector productivo y a las PyMES de forma de generar trabajo genuino -en un contexto donde hace una década que no se crea empleo en nuestro país- , para garantizar el derecho al hábitat, para seguir conquistando derechos en materia de género y para avanzar hacia un desarrollo sustentable y socialmente justo.
Estamos convencidos que nuestro país puede salir adelante; sin corrupción, con trabajo, justicia social, y promoviendo el desarrollo con igualdad. Creemos en la política como herramienta transformadora y en que es posible un Estado protagonista, cercano, eficiente y transparente, con una fuerte impronta federal, competente y bien administrado.
La clave está en convocar a un gran acuerdo nacional para trabajar en proyectos con perspectiva de futuro; tenemos la certeza de que la concertación y la innovación nos permitirán seguir construyendo una Argentina con más democracia y más oportunidades, donde nadie quede atrás.
*La autora es Presidente del Partido Socialista y Diputada Nacional.