Hasta ahora Venus era un canal con una programación muy subida de tono, prohibido para menores de 60 años. También era (es) el segundo planeta del sistema solar con solamente Mercurio por delante. El nuestro es el tercero y dicen que hay vida... “Dicen”, porque como están las cosas en nuestro planeta esto ya no es vida.
El hombre siempre ha mirado al cielo, a tal punto que la mayoría de los dioses en los que creemos los terrícolas tienen su territorio allá. El cielo ha servido tanto para marcar la hora, como para orientarse en terreno o mar desconocido. ¿Por qué le pregunto al cielo? Porque están todas las respuestas. Siempre nos preocupó lo que ocurría sobre nuestras cabezas, y con sus sucesos construimos desde calendarios mayas hasta teorías de Galileo.
Hay una convicción entre los científicos, el hombre debe salir a buscar nuevos mundos que puedan ser orbitados, porque la duración de la Tierra es dudosa y algún día deberemos partir de esta locación. Por ahora estamos haciendo intentos menores. Armstrong al pisar la Luna dijo que era un paso pequeño para el hombre, pero muy grande para la humanidad. Y así fue. Por primera vez nos atrevíamos con el Cosmos y pisábamos un cuerpo, un satélite en este caso, de los que andan girando por el sistema solar.
Pero si lo comparamos con el universo caótico que nos rodea, en realidad fue un pasito, y en puntas de pie. Con todo el caos de nebulosas, galaxias, agujeros negros, asteroides y su magnitud, no fue más que eso.
En el último tiempo nos animamos con Marte. Por ahí andan aparatos terrícolas estudiando detalles de ese planeta donde algunos suponen que alguna vez hubo vida. No han de pasar muchos años hasta que podamos posar pies humanos sobre el planeta rojo. Y tal vez, con una mirada lejana pero posible, podamos establecer colonias en dicho lugar.
Creo que es esa la intención y se están enviando continuamente máquinas hechas por el hombre para entender mejor que es lo que pasa o que es lo que pasó con nuestro sistema solar.
Pues la noticia es que ahora lo vamos a encarar a Venus. No sé qué tipo de enseñanzas habrá de dejarnos conocerlo, pero al parecer para la ciencia tiene una alta valoración. No quiero ni imaginarme las toneladas de millones que han de gastarse en semejante aventura, dinero que bien podría afectarse a paliar otros males.
Pero bueno, allí iremos en el futuro. Los que estudian el asunto, los que saben dicen que será un acontecimiento muy importante y no dejan de hacer números al respecto.
Marte y Venus son los dos planetas más cercanos a la Tierra y tal vez tengan ganas de decirnos algo. Aunque parezca contradictorio porque en nuestra mira está la guerra por un lado y por otro lado el amor.
