Esta semana salieron fuerte tanto productores como bodegueros a sentar posición sobre qué valor puede tener la uva para esta temporada.
Los viñateros, se dolarizaron y mediante un comunicado pidieron precio de referencia para las uvas criollas de 37 centavos de dólar (cotización Banco Nación $ 845) es decir $31.000 el quintal, para las tintas A piden 0,70 centavos de dólar, es decir, $ 59.000 el quintal, en tanto para las tintas B 50 centavos de dólar, unos $ 42.000 el quintal.
En tanto, los bodegueros ofrecen: uvas tintas A a 35.000 pesos el quintal de uva, mientras que las tintas B cotizan a 25.000 pesos el quintal. Por otro lado, las uvas blancas B (Pedro Gimenez, Uniblanc) se habla de 18.000 pesos el quintal, con un contenido de 180 gramos de azúcar, y las uvas criollas se ofrecen a 16.000 pesos el quintal de contado.
Han quedado muy lejos unos de otros. Y en la era donde todo lo soluciona el mercado, muchos referentes aseguran que será necesaria la intervención del gobierno para lograr mejorar los valores. Algo que desde la provincia, receptaron pero que aún no han dado respuesta.
¿Intervendrá el gobierno para fijar el precio de la uva?
La falta de agua, los malos precios, la baja inversión, entre otros temas, ha hecho que los productores cada vez tengan rendimientos más pobres.
Datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, indican que para la cosecha 2022, la criolla grande en la provincia de Mendoza tuvo un rendimiento promedio de 114 quintales por hectárea, pero si nos remontamos la vendimia de 2011 el rendimiento promedio se ubicaba en 211 quintales por hectárea. En el camino se perdieron unas 4.000 hectáreas de plantación. En tanto, si analizamos lo que sucedió con la cepa emblema notaremos que en 2011 el rendimiento promedio fue de 89 quintales por hectárea mientras que en el 2022 fue de 91 quintales por hectárea. En ese periodo se sumaron 12 mil hectáreas a la producción de malbec.
Cabe preguntarse, ¿Por qué cae el rendimiento promedio de unas y sube el de otros? El problema no tiene una sola respuesta. Pero el mercado da algunas señales: el malbec ha tenido más demanda que las criollas. En la primera entrevista, que el ministro de Producción Vargas Arizu le dio a Los Andes en diciembre, dijo: “usted me dice que el gobierno tiene que salvar la ineficiencia de alguien”, quizás allí haya una respuesta sobre lo que se viene.