Los balances de año son tediosos y más en esta época. Pero en la Argentina de los últimos tiempos, ya pocas síntesis se pueden hacer de los últimos 365 días, probablemente porque los primeros meses del 2023 parecen estar a “un millón de años luz”.
El cambio de gobierno trajo varios nuevos desafíos aparejados, y así, cuando todos empezaban a desacelerar, lo cierto es que varios sectores tendrán que poner primera para lograr objetivos en el corto plazo.
Tal como se conoce, las retenciones a la vitivinicultura ya suponen un nuevo escollo a sortear y el primero de 2024. Pero las exportaciones de vino, que tanto quieren impulsar, también están frente a nuevos desafíos, no sólo impositivos.
En una entrevista reciente, el francés François Lurton aseguró que en el mundo sobra vino y que, además, los productores mundiales de vino van a tener que enfrentar un nuevo, o no tan nuevo, problema: cada vez se toma menos alcohol.
Y datos del OIV lo confirman, “el consumo mundial de vinos cayó un 1%, pero esa tendencia negativa ya había empezado en 2018, la cual se atribuye principalmente al declive en el consumo de China. Esta tendencia a la baja se acentuó en 2020 debido a la pandemia de Covid-19, que tuvo un efecto a la baja en muchos de los grandes mercados del vino, aunque en Argentina subió, para finalmente volverse a ubicar a la baja en 2022 por la crisis energética y las interrupciones en las cadenas de suministro, con mayores costos de producción y distribución, lo que resultó en precios más altos del vino”.
Argentina, que tiene en su mercado interno una joya, aunque ya no tan brillante, es probable que vea una baja certera en las ventas locales.
En el mundo se toma menos vino en general, en Argentina se tomará menospor la crisis y en el medio están los productores que este año aspiran a una vendimia promedio.
Queda determinar qué será promedio: 16 millones de quintales como algunos funcionarios dan por hecho, o una cosecha más cercana a los 20 o 21 millones de quintales.
A esta altura, ya no vale repasar qué pasó en el 2023, sino pensar en el primer trimestre de 2024. El resto es historia. Queda por ver cómo se terminarán definiendo las variables de la macro, para analizar qué se puede hacer.