El periodo enero-junio para la vitivinicultura argentina ha resultado para el olvido. Primero se registró la cosecha más baja de la historia, como consecuencia de las heladas tardías y la falta de agua.
A este problema de baja disponibilidad de materia prima y altos costos a la hora de elaborar ahora se le sumó la caída de las ventas tanto en el mercado interno como externo.
A principios de julio, el Instituto Nacional de Vitivinicultura dio a conocer la performance de la industria del vino en el primer semestre en el mercado externo y su cuenta parcial del 2023 cerró en negativo. En el acumulado, los envíos de vino en botella registraron una caída del 27%, mientras que los envíos a granel del 44,5%. Y para el mosto, la baja fue del 61,2%.
También se dieron a conocer los resultados para el mercado interno que muestran una baja del 10% entre enero y junio de 2023 vs el mismo periodo del 2022.
Los despachos de vinos en botellas fueron los que más sufrieron el golpe, disminuyeron sus ventas en 12,8%.
Un dato que llama la atención es que, en el caso de las botellas de 750 cm3, los vinos que peor resultado obtuvieron fueron los varietales, que concentran el 61% del total de esa categoría, mientras que en el caso del botellón, la caída más significativa también fue en el rubro varietales. El vino en tetra bajó 7,5%, mientras que la damajuan mostró una suba de 9%, pero representa solo el 4,1% del mercado.
Referentes aseguran que la retracción del mercado interno está relacionada con las variables macroeconómicas del país: la inflación y la consecuente caída del poder adquisitivo del salario que afecta al consumidor, pero no parecen ser las únicas. Un reciente reporte de Vinodata muestra que “la variación mensual del Índice de Precio del Vino (IPV) en junio de 2023 alcanzó el 11,2 % en la comparación con el pasado mes de mayo del mismo año. Esta variación es, por tercer mes consecutivo, superior a la registrada por el Indec para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de junio (6%) y representa una leve aceleración respecto del aumento del IPV en el mes de mayo (10,4%)”.
Y un dato más: si se proyectan los incrementos por gama de precios, se observa que los vinos ubicados entre los $1.784 a $2.676 registrarían aumentos anualizados en torno al 175%, muy por encima de la inflación proyectada.