Vemos a diario a través de los medios, decretos y conferencias de prensa cuál es el modus operandi del Gobierno Nacional. La ausencia de diálogo y consenso no solo de carácter político sino también social logra un malestar creciente en la ciudadanía, en momentos en donde la incertidumbre es cada vez mayor. Los resultados de la cuarentena sin fin arrojan datos nefastos sobre nuestra economía y condición del sistema de salud.
El Instituto Internacional de Finanzas (IIF) ha hecho público los números de los países más afectados por la pandemia por COVID-19. Llamativamente, o no tanto, posiciona a la Argentina como el segundo país que mayor caída económica tuvo en los últimos meses.
Por otro lado, recordando los números publicados por el INDEC en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, resulta inquietante informarse sobre este organismo que a través de su Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró el mayor derrumbe interanual del país en abril, con una caída del 26,4%, mientras que el segundo semestre se muestra con un 19, 1%. Argentina es otro país latinoamericano gobernado por el populismo donde la falta de superávit fiscal se transforma en emisión monetaria. Mayor emisión es mayor devaluación, inflación, etc.
Actualmente nuestro país tiene una cifra de casos que supera los 884 mil positivos, con 709 mil recuperados y con 23.581 muertes por coronavirus. La tasa de letalidad es relativamente baja comparada con otros países y las medidas adoptadas aquí por el Ejecutivo Nacional siguen siendo totalmente autoritarias.
Comencemos con el país de origen de este virus, China. Esta nación cortó con toda actividad no esencial y restringió la circulación de sus habitantes por dos meses. Para ser precisos 76 días. Por otra parte, España e Italia fueron fuertemente golpeadas por la pandemia. El primero, España, ya vive bajo “la nueva normalidad”, con normas que contemplan el uso obligatorio de tapabocas o mascarillas y su cuarentena tuvo una duración de 99 días. Italia continúa bajo estado de emergencia, sin embargo implementó importantes flexibilizaciones y la reapertura del comercio controlado.
¿Qué pasa en Mendoza?
Ante los recientes anuncios de Alberto Fernández para volver atrás dieciocho provincias, entre ellas la nuestra, más del 70% de los mendocinos se oponen a continuar con restricciones. Llevamos más de 200 días de cuarentena encontrándonos entre los 7 países con mayor cantidad de casos positivos y con pocos testeos. Sí, como ustedes leen, pocos testeos. Nos posicionamos abajo en la lista de países de la región con menor cantidad de testeos por millón de habitantes. Veamos: Chile por cada millón de habitantes realiza 56.664, Brasil 13.968, Colombia 13.877, Uruguay 19.196, Paraguay 9.197, Perú 7.436, Ecuador 6.435, Argentina 6.138 y Bolivia 6.045.
Claramente los números indican que la eterna cuarentena fracasó y que el Gobierno Nacional debe cambiar de rumbo para empezar, verdaderamente, a cuidar la salud integral de los argentinos.
Un panorama aterrador
La economía está devastada y no podemos restringir más actividades, no hay previsibilidad a futuro en materia económica ni de salud. Los resultados no son alentadores y el aislamiento para gran parte de la sociedad pasó a ser un relato, otro más.
La libertad es un derecho y el diálogo en estos momentos debería ser la Fase 1, para propiciar nuevas ideas, crear acuerdos a mediano y largo plazo que tengan como principal objetivo la rápida salida de la coyuntura diaria, la inflación y el desempleo. Una realidad que sufren millones de argentinos por la falta de un plan económico sólido. El momento de actuar es ya, para poder pensar políticas de Estado pos pandemia que posibiliten empleo, producción y desarrollo.
Es necesario que Alberto Fernández y los científicos que lo rodean eviten de una buena vez la política del miedo y con seriedad eduquen para reforzar la responsabilidad ciudadana. Tras tantos meses de cuarentena la población está informada sobre el virus, conoce cómo actuar. Entonces, no es el momento indicado para echar culpas, es momento de hacerse cargo y actuar. El relato está devaluado, el pueblo reclama hechos.
¡Eduquen, no encierren!
*El autor es Senador Provincial de la UCR.