Voto del Congreso en el acuerdo con el FMI

Lo que sí debemos saber, es que con o sin acuerdo con el FMI, hay una sola parte de la sociedad que es la que sufre en demasía las consecuencias de la política: los carenciados.

Voto del Congreso en el acuerdo con el FMI
Imagen ilustrativa / Gentileza

No es menester de este escrito seguir profundizando análisis y dudas al respecto de las votaciones, o siquiera del acuerdo. Este Diputado Nacional mandato cumplido, ya nada tiene que ver con la votación en sí, pero como Diputado provincial por mi querida Mendoza, y como ciudadano, no quiero ni debo quedarme al margen de lo mucho que se ha dicho.

Sin ánimos de convencer, ni socavar aún más las decisiones de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación, creo que ya ha pasado el momento de los debates y de los enojos. Una de las Cámaras ha tomado la decisión de confiar en los consensos y votar favorablemente el acuerdo, con cambios, que articuló el gobierno nacional, en deber y función clara de lo que es parte del trabajo en el Congreso.

Este es un punto de inflexión no sólo para la presidencia de Alberto Fernández, pero para toda Argentina, y es entonces el momento de dar pelea a lo que vendrá. Para quienes no están de acuerdo, será el momento de elegir batallas y blandir espadas discursivas y de gestión. Para quienes están de acuerdo, será momento de seguir con atención los objetivos acordados y ofrecer los espacios para reconformar todos los consensos que sean necesarios.

Lo que sí debemos saber, es que con o sin acuerdo con el FMI, hay una sola parte de la sociedad que es la que sufre en demasía las consecuencias de la política. Los más vulnerables son quienes siempre se ven perjudicados, no los que despotrican tranquilos desde sus casas, sus oficinas, o sus despachos, con todas las garantías y los accesos para una buena vida.

Quien escribe también está en esa posición. Por abogado primero, y por Diputado por mandato popular, hablo desde una comodidad que se ve poco y que oculta las dificultades y los problemas de quienes siempre; repito siempre, son los perjudicados de la política. Es por eso que llamo a propios y ajenos, a favor y en contra a darle a este punto de inflexión una alternativa más popular y constructiva.

Salgan a las calles, caminen los barrios populares de Mendoza, y de todas las provincias. No hace falta viajar muy lejos para reconocer las falencias que debemos atender con urgencia.

La política no es la que se hace por redes sociales, la política se hace en la calle. Conociendo, reconociendo, hablando, debatiendo, gestionando.

Es momento de seguir defendiendo la Patria. Salgamos a hacerlo con los convencimientos de construir una mejor Argentina para todos. Hagamos que la inflexión sea positiva y constructiva.

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