A nuestra provincia siguen llegando con bastante frecuencia precandidatos nacionales y referentes políticos en general. Algunos se sorprenden, pero no hay que olvidar que Mendoza es el quinto distrito electoral del país por el número de potenciales votantes. Aporta poco más del 4%. Una cifra para nada despreciable. De todos modos, aquellos que se sorprenden con el desfile de dirigentes nacionales insisten con que nuestra provincia tiene más importancia simbólica que electoral.
Lo que ocurre es que Mendoza siempre tiene dirigentes con presencia nacional, aunque muchas veces sea una cuestión circunstancial. Cada uno en su función.
Por ejemplo, Luis Petri saltó nuevamente a las ligas mayores tras una interna importante frente a Cornejo en las PASO provinciales y se ganó la confianza de Patricia Bullrich para que la acompañe en la fórmula presidencial. Pero tenía méritos previos, ya que su paso por el Congreso trascendió por propuestas que llegaron a ser ley. Puntal de Cambiemos/Juntos por el Cambio sin distinción entre radicales o macristas.
En cuanto a Cornejo, precisamente, siempre está. Algunos sostienen que su derrotero nacional no fue el esperado, pero de ninguna manera como para sacarlo de la escena. Pudo haber ocupado el lugar que ahora Petri tiene en la interna de Juntos por el Cambio, pero los deseos de Bullrich tal vez no hayan sido suficientes como para que tuviera un aval más importante y prefirió volver a Mendoza para reordenar la tropa radical e intentar ser el primer gobernador reelecto en los términos que establece la Constitución provincial.
Con su nueva candidatura a gobernador, Cornejo parece haber retomado escena y protagonismo en el país y tal vez por eso desfilan seguido por estas tierras quienes compiten por Juntos por el Cambio. A Rodríguez Larreta, por ejemplo, no lo hizo cambiar de programa de viaje el hecho de que Cornejo dijera horas antes que votaría por Bullrich.
Se debe incluir en la lista de mendocinos políticos conocidos e influyentes a Anabel Fernández Sagasti, joven con poco rendimiento político en la provincia, pero de indudable liderazgo en el peronismo local por ser uno de los puntales del camporismo a nivel nacional. Goza de la confianza de Cristina Kirchner. Es referente.
Y en el reparto de protagonismos hay que incluir a Omar De Marchi, el dirigente fundacional de La Unión Mendocina (LUM), que tendrá un gran desafío a partir del recambio institucional de diciembre, ya sea como gobierno o como oposición. En ambos casos la apuesta es fuerte para el nuevo armado político. Si de algo tiene razón De Marchi es del avance que tuvo su creación en poco tiempo. Y ya logró, por ejemplo, dotar al Poder Legislativo provincial de una nueva fuerza, capaz de romper la polarización entre Cambia Mendoza y el justicialismo sólo con quienes dejaron el espacio de Cambia Mendoza para formar “rancho” aparte. Tras el resultado de las próximas elecciones de setiembre seguramente se sumarán ya los legisladores “legítimos” de LUM.
Precisamente, en los últimos días La Unión Mendocina se ha mostrado activa, tanto en sus críticas a la gestión de Rodolfo Suárez como con algunas propuestas que presentó. Por ejemplo, la eliminación del impuesto a los Sellos, que promete llevar a cabo si es gobierno desde diciembre. El líder de La Unión Mendocina considera que en Cambia Mendoza se equivocan al considerar que el descalabro macroeconómico, de índole puramente nacional, es el culpable de todos los males provinciales. De esa forma entra en confrontación con el gobierno de Suárez, que mandó a aclarar que eso que propone el lujanino ya se está aplicando en parte. Y aluden desde Hacienda que no es sostenible una política de eliminación o rebaja de impuestos sin adaptar el gasto.
Está claro que LUM planteará el debate en temas puntuales fuertes, como las demandas en el sector de la salud, incluyendo la falta de médicos en algunas áreas, como también el funcionamiento en seguridad. En este punto De Marchi sostiene que no existe un plan orientativo con la actual conducción.
Queda en evidencia, por otra parte, que De Marchi y los suyos salieron a intensificar su prédica para no quedar relegados por el ruido político que generan las primarias nacionales, en las que la nueva agrupación mendocina no tiene participación. Creen los demarchistas que tanto Cambia Mendoza como el peronismo se pueden beneficiar por el empuje de las primarias nacionales de agosto, que, como ya señalamos el domingo anterior, puede servir de testeo para las generales locales.
Y siempre se especulará con el destino de los votos de quienes, tanto en el radicalismo como en el peronismo, votaron en las PASO por las opciones que no ganaron: Petri y Carmona. La curiosidad sigue pasando por ver si la amplia diferencia que hubo en junio entre Cambia Mendoza, con Petri incluido, y La Unión Mendocina puede incidir en la contienda mano a mano entre Cornejo y De Marchi, ya que entre ambos los números fueron muchísimo más cercanos en las PASO. En definitiva, tarea para el hogar para ambos referentes, que ya bastante se conocen.
Seguí leyendo
