La dinámica de ventas de dólares del BCRA se agudiza en 2023. Después del “Dólar Soja 2.0″, hay una menor oferta de dólares que se potencia con la sequía de agro-dólares. En efecto, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se proyecta un escenario base con un piso de u$s10.000 millones en pérdidas de exportaciones del agro y un escenario pesimista donde ese número se dispara casi al doble (u$s18.000 millones). Por su parte, el BCRA acumula ventas por u$s1.111 millones y se vuelve cada día más desafiante la meta de acumulación de reservas. Hoy, se ubican en u$s5.080 millones (es decir, casi u$s2800 millones debajo de la meta de marzo). Ahora, ¿Cuáles son las alternativas posibles? ¿Dólar Soja 3.0, waiver o recalibrar las metas por la sequía?
El 2023 arrancó con un goteo de reservas importante. En febrero, el BCRA tuvo una posición vendedora y acumula ventas por u$s919 millones. En enero ya había vendido u$s192 millones. Acumulando ventas por u$s1.111 millones de dólares (hasta el 17/02). Este goteo se hace presente en un escenario de mayores restricciones a las importaciones. Vale recordar que en diciembre las importaciones bajaron a solo u$S4.566 millones (mensual). Y en los que va de 2023, las autorizaciones de importaciones del sistema SIRA están prácticamente trabadas. No obstante, el BCRA continúa con una pérdida sistemática. ¿Por qué sucede esto? La dinámica presente se da por la caída en la oferta de dólares producto de la implementación del Dólar Soja 2.0 en diciembre pasado. Lo que agotó los stocks de soja acumulados y no hay incentivo de precios. Y, por el otro lado, se está haciendo sentir el impacto de la sequía en la cosecha 2022/23. Según CIARA (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina), en enero, se registró un mínimo de liquidación de agro-dólares de u$s932 millones. Solo u$s42 millones por día. En otras palabras, el menor registro de liquidación de divisas desde 2006 para enero.
De tomar las reservas netas (descontando el swap chino, encajes de depósitos en dólares, y préstamos del Banco de Basilea), en diciembre de 2021, eran de u$s2.277 millones. Finalizando 2022, eran u$s7.700 millones. Logrando llegar a la meta fijada de u$s7.325 millones (el BCRA tuvo un balance cambiario, de bienes, superior a los u$s21.700 millones). Actualmente, las reservas llegan a los u$s5.080 millones y la meta para marzo es de u$s7.825 millones. Es decir, se deberá acumular aproximadamente u$s2.800 millones. Debido al desvío, no es improbable imaginar la implementación de un “Dólar Soja 3.0″. ¿Por qué? Básicamente por dos motivos:
1. Fue la herramienta que permitió cumplir con las metas fijadas en el acuerdo (se liquidaron u$s8.120 millones en septiembre y u$s3.700 millones en diciembre pasado)
2. Ese ingreso descomprimió las expectativas de devaluación del peso
En resumen, una devaluación queda muy cerca con un BCRA con pocos dólares. Por eso, avanzar con una nueva edición del dólar soja es una posibilidad, pese a la resistencia del FMI. Ahora el punto a considerar es que los stocks de soja remanentes son menores a los que había inicialmente en el Dólar Soja 1.0 y 2.0 (septiembre y diciembre pasado). Según la Bolsa de Cereales de Rosario, existe un stock de soja de 8,2 millones de toneladas (aproximadamente u$s3.500 millones). Pero para llegar a estos números se debería liquidar todo el remanente de soja. Algo muy difícil en un contexto de sequía y porque el flujo de los dólares de la actual campaña van a disminuir fuertemente y se va a retrasar por las condiciones climáticas. Sin un “Dólar Soja 3.0″ en marzo y asumiendo un promedio de ventas del BCRA de u$s58 millones por día (promedio entre 17/01 y 17/02), las reservas netas estarían en torno a los u$s3.520 millones. Incluso contemplando una operación de REPO con bancos del exterior por u$s1.000 millones, la meta de reservas está muy complicada. ¿Un waiver (perdón) será una alternativa que el FMI tenga en cuenta debido a la sequía? ¿Será más laxo en las metas fijadas?.
*El autor es profesor de la Universidad del CEMA