¿Qué amante del séptimo arte y la moda no espera con ansias nada menos que la televisación de la 90ª edición de los premios Oscar?
Anoche, la gala más importante y la red carpet más glamorosa tuvo lugar en el Dolby Theatre de Los Ángeles, en California. Desde allí rutilantes figuras transitaron la pasarela en donde el mundo de la moda posa sus ojos tanto para bien como para mal.
¿Las más esperadas? Sin dudas Meryl Streep, Margot Robbie, Sally Hawkins, Frances McDormand, Saoirse Ronan (postuladas como actrices principales). Estrellas que se hicieron esperar, y en algunos casos valió la pena.
¿Los más terribles desaciertos a primera vista?
La bella Salma Hayek ¡Desastrosa! La actriz dio la idea de estar vestida como velador. No sólo el diseño resultó recargado (sobrefaldones, brillo en textura y para rematarla brillantes de hombro a hombro cayendo sobre los mismos cual flecos) sino que al ser baja de altura decididamente no fue su mejor elección. Sumó maquillaje oscuro y rodete bajo. Una pena.
Arriesgó y ganó. Alisson Janney, nominada por "I, Tonya", se sumó a las estrellas que eligieron el rojo para su outfit. Las líneas puras, el escote y el corte del vestido le otorgaron una elegancia que no pasa de moda. Y, aunque no se jugó con un diseño menos conservador, sí arriesgó con ese color que le sienta muy bien.
Greta Gerwig, “Lady yellow”. Si bien la directora de la película “Lady Bird”, nominada como mejor filme, se jugó por el amarillo (idea que nos parece atractiva) no bastó para estar a la altura de una premiación como los Oscars con su vestido de bordados y falda fluida. Correcto, pero no basta.
Margot Robbie, divine en total white. La nominada a mejor actriz protagónica por “I Tonya” brilló etérea, elegante y con clase con un vestido de escote strapless, aberturas frontales y cola de arrastre. ¿El detalle? Un accesorio como parte del vestido que cae sobre los hombros.
Saoirse Ronan, dueña de su estilo (nominada como actriz protagónica en Lady Bird). Podemos estar de acuerdo o no en que el diseño en rosa palo, línea strapless y cola de arrastre que nace desde un moño en espalda, no termina de convencer. Sin embargo Saoirse luce todo con estilo, personalidad y sobre todo, se arriesga.
Jane Fonda, única. Si hay algo que tiene es que además de proyectar clase y elegancia, su prestancia se nota en cada elección de alfombra roja. Esta vez un vestido total white, escote strapless, con mangas en pecho asimétricas, y hombreras ¡Divine!
Meryl Streep, lady in red. Sencilla con un vestido rojo, con cinto en cintura alta y falda bien amplia. El escote en V, necesitaría un collar importante para destacarla más.
No fue la mejor de las elecciones.
Fue un premio muy reñido
Por segundo año consecutivo, fue Jimmy Kimmel (carismático presentador de televisión) quien estuvo al frente de la premiación de los galardones más esperados del cine. Ya desde el principio las risas estaban garantizadas, en un año bastante atípico en los Oscar, que cumplieron 90 ediciones.
Fue una edición reñida, poco propicia para los pronósticos certeros, pero las favoritas fueron “La forma del Agua” (13 nominaciones), “Dunkerque” (8 nominaciones) y “Tres anuncios por un crimen” (7 nominaciones).
Antes de la ceremonia, las organizadoras de “Time's Up” dijeron que el movimiento para erradicar la discriminación contra las mujeres en los lugares de trabajo tendría presencia, aunque no había un código de vestimenta en la alfombra roja.
Pero, aparte de esto, también hubo otras perlitas: el recordado error de 2017 de Warren Beatty al anunciar Mejor Película iba a tener oportunidad de redimirse, porque -inesperadamente- este año se anunció que él -más Faye Dunaway de nuevo- tendría una oportunidad de redimirse, presentando el mismo premio.