Los triples, una zona que nunca le encontró la vuelta y los puntos desde el banco (56-32), fueron la clave de la goleada tucumana sobre Mendoza. Los dos sabían de antemano que no podían perder. Buenos Aires y Corrientes habían ganado y seguían invictos, por eso el partido valía casi un pasaje para pelear para clasificar.
En el primer cuarto se mataron a puntos. Alta efectividad en ambos equipos, en especial en los triples (5 de 9 Tucumán y 3 de 6 Mendoza). En un cuarto parejo, el banco clave en Tucumán (Gramajo y Julián 4 puntos cada uno) y la media cancha en Mendoza (Berman 11 puntos, Aguilera 8).
En el segundo cuarto, la zona de Tucumán complicó a la Borravino. Solamente pudo convertir dos puntos en casi cuatro minutos. La tremenda efectividad de triples tucumana, hizo sacar la máxima de 9 a los cinco minutos 43-34 (8 de 13 de tres puntos).
Reaccionó Mendoza de la mano de Berman (16 puntos con 7 de 8 en dobles) y se puso a 6 a falta de 2’22”. Esos fueron los últimos puntos que convirtió hasta el final del cuarto. La historia la cambiaron los suplentes tucumanos que convirtieron 31 puntos, en especial Gramajo que hizo 13.
En el tercer cuarto, siguiendo en zona en defensa y en un ataque simple, moviendo la pelota y siempre dejando a un hombre solo (tres ataques seguidos fueron así) Tucumán sacó quince (61-46) a los 3’37”. La diferencia se estiró aún más: llegó a 23, 75-52. Cada triple, era un puñal en cada corazón mendocino.
Tucumán llevaba 13 de 23. Además cuatro jugadores tucumanos llevaban más de 10 puntos: Aranda 15, Gramajo 13, Vildoza 12, Osores 12. En Mendoza, Berman 19 y Ramos 14. El cuarto lo perdió por diez Mendoza: 24-14. El último cuarto fue para cumplir.
Siguió la efectividad tucumana desde afuera y Mendoza intentó achicar la diferencia pero estaba todo escrito desde el tercer cuarto. El último cuarto terminó igualado en 21.
Mendoza ahora tiene que pensar en permanecer la categoría. La historia lo tendrá nuevamente con la misma idea.
Fuente: Salto Inicial