Fue para el Arse y para helarse. En todo sentido. Por la fría noche del Malvinas y por la representación de Godoy Cruz en el campo de juego. Un balde de agua helada en medio del más crudo invierno.
Habrá que hurgar bastante para encontrar una noche tan pobre del Bodeguero en lo futbolístico. Superado en el juego durante casi toda la noche (salvo los primeros 5'), Godoy Cruz fue un sparring del atildado juego de Arsenal, el trabajado elenco de Rondina. Por las últimas dos derrotas con fallos polémicos que lo perjudicaron nítidamente, Godoy Cruz salió entusiasta en la fría noche mendocina.
Rápido y furioso, en la primera acción del partido, a los 20 segundos, Miguel Merentiel avisó con un remate desde afuera del área que se fue muy alto. Era una señal.
Sin embargo, lejos de especular, Arsenal se paró de igual a igual. Con una propuesta similar: presión, movilidad y velocidad en todos los sectores de la cancha, el elenco de Rondina fue equiparando el desarrollo. El buen pie de sus volantes y la salida clara a las espaldas de los volantes de Godoy Cruz le permitió comenzar a sentirse cómodo y a merodear el arco de Ramírez por los huecos que dejaba el fondo del Expreso.
Tanto fue así que después de que Merentiel estuviera cerca del primero con un remate cruzado que se fue apenas desviado, el zurdo Nicolás Giménez recibió en tres cuartos, enfiló hacia el área y cuando parecía que el balón le quedaba atrás sacó un puntazo de zurda, a media altura, inatajable para Ramírez. Gol del Arse y a remar de nuevo. Lejos de meterse atrás, Arsenal justificó su ventaja después del gol. Por su condición de equipo livianito y suelto, se animó a lastimar al Tomba. Y amenazó con el segundo en cada contra.
¿Godoy Cruz? Poco y nada. Impreciso, nervioso, se fue abrumando en su apuro. Y quedó mal parado en cada contra de los de Sarandí. Las trepadas de Arena por derecha (y sus encuentros con Merentiel) quizá hayan sido lo único rescatable de Godoy Cruz en la primera etapa. De hecho, Arsenal le perdonó la vida en tres o cuatro situaciones claras para sacar dos goles de ventaja. Sobre el filo del primer tiempo, Loustau ignoró un claro penal de Varela a Rescaldani. El Arse había borrado literalmente al Tomba de la cancha.
El duelo no resignó ritmo ni dinámica en el complemento. Arsenal siguió siendo dueño y señor del dominio del balón y tuvo la lucidez necesaria para seguir generando situaciones de peligro en el arco de Ramírez, quien evitó el segundo de Giménez en una volada contra su palo izquierdo.
Era todo del conjunto de Sarandí, menos la contundencia en el arco rival.
Impotente y ausente en el partido, Godoy Cruz fue un mero espectador. Arsenal juega en serio. Anoche demostró ser un elenco trabajado que se defiende con la pelota y ataca en bloque. Más allá del ajustado y exiguo 1-0 (que recién engordó en el alargue), Arsenal se lo mostró cómodo durante toda la noche.
Lucas Bernardi apostó por Tomás Badaloni y Agustín Manzur, pero la historia no cambió demasiado. El Tomba jamás le hizo sentir la presión. Y el desencanto de la gente fue mayúsculo. Era una oportunidad propicia como para decir "presente". Pero el Tomba decepcionó y se vio superado por un adversario que por algo es uno de los líderes de esta incipiente Superliga