En París (Francia) existe una calle muy colorida y peatonal de casas bajas y estilo victoriano, cuyas fachadas pintadas en tonos pasteles le dan vida al tranquilo barrio de Quinze-Vingts en el distrito XII.
Es uno de esos rincones urbanos que, por su encanto, se convirtió en el lugar preferido por los turistas para inmortalizar su paso por la magnífica ciudad europea, y no sólo simples viajeros, sino que todo tipo de influencers y bloggers eligen esta locación cada día para realizar sus fotografías más graciosas, desafiantes, jugadas y de cuidada estética.
Sólo basta con indagar en las redes el éxito que tiene la Rue Crémieux, ya sea en la cuenta de instagram Club Crémieux (o el hashtag #ruecremieux) que muestra todo tipo de imágenes tomadas en esta pintoresca calle.
Qué dicen los vecinos
Pero el problema ahora es que la calle se hizo tan conocida, que hay gente a toda hora intentando crear la foto más sorprendente: un desfile de moda, coreografías, saltos, despedidas de solteros, bailes, música. Claramente, se trata de una aglomeración de gente y ruido que hace la vida imposible a los vecinos.
La calle es bastante estrecha y las casas están muy cerca entre sí, de modo que hay poco lugar. Esto hace que los residentes deban esquivar a diario todo tipo de obstáculos a la hora de entrar o salir de sus hogares, además de evitar las cámaras para no salir en cientos de imágenes. Y ya están cansados.
Por este motivo, esta semana, la asociación de vecinos exigió al Ayuntamiento de la ciudad que proteja su privacidad cerrando la calle a los visitantes durante la noche y también los fines de semana.
Todavía no se tomó una decisión definitiva, pero dentro de poco es posible que la calle más llamativa de París quede cerrada al público.