Es frecuente escuchar quejarse a los vecinos acerca de las batallas campales que se dan en los techos entre los gatos (hogareños o no) terminando por lo general muy mal heridos, o en el peor de los casos, muertos.
Tampoco los perros quedan exentos. De hecho es usual verlos detrás de muchas perras de la calle, o perdidos de sus hogares. De hecho, en la manada en la que terminan incluyéndose, se transmiten mutuamente enfermedades, agotando a la pobre hembra detrás de la cual están.
Sin embargo éstas son solo algunas causas que podemos ver desde la cotidianidad. Existen muchas otras que tienen que ver con la concientización, la salud, y el manejo de la información acerca de los beneficios que tiene para la familia, y el animal (de la casa o callejero), la castración.
La veterinaria Ana Deliberto apunta las razones en siete puntos para reflexionar.
Si los amás, castralos
Tanto gatos como perros, propios del hogar o abandonados a su suerte, merecen la posibilidad de vivir saludablemente, si no se desea voluntariamente tener crías en la casa. Tomá nota de las razones por las cuales este procedimiento quirúrgico los protege:
1. El control poblacional
"Nos evitaríamos tener todo el tiempo cachorros abandonados dando vueltas y en orfandad. Además nos libraríamos de muchos de los accidentes que solemos ver en la avenidas y calles, en donde la presencia del cruce animal genera cantidad de accidentes; tanto para las personas como para los animales".
2. Eludir las enfermedades de transmisión sexual
"Hay una enfermedad en particular que es la bruselosis (en perros) que tiene una importancia epidemiológica y de salud pública, ya que nosotros también somos suceptibles de padecerla. Al castrarlos evitamos ésta y otras enfermedades.
El contagio de la bruselosis se da a través de las secreciones del aparato genital del animal. Nosotros estamos sin querer en contacto con las mismas, ya que los perros suelen dormir en las camas de sus amos, generando que la transmisión pueda llegar a darse.
Además, si los castramos, también evitamos que los animalitos estén en contacto con otros que no tienen un control sanitario”.
3. Se evita el TVT (tumor venéreo transmisible en los perros)
"Se transmite vía sexual. Por ejemplo, si se tiene una perrita sana en casa y sale en época de celo a la calle, con la posibilidad de que la agarre un perrito de la calle, éste puede llegar a transmitírselo; con los consecuentes procesos de quimioterapias. Toda una situación que se evitaría con la castración si no se desea cruzar a la hembra".
4. Se disminuyen los tumores de mamas en las hembras
"Ya sea en felinos como caninos, así como también las infecciones uterinas que aparecen a partir del cuarto o quinto año de vida en la mayoría de las hembras".
5. En los machos bajan los problemas prostáticos y varios tipos de afecciones en la zona
"Las mismas aparecen producto de los estímulos hormonales que se generan en la mascota. También se evitan tumores testiculares".
6. Se anulan los problemas de comportamiento
"Por ejemplo en los machos que marcan su territorio orinando en sitios diversos de la casa" (tanto gatos como perros).
7. Se evitan las peleas cruentas (sobre todo en gatos)
"Cuando un felino se encuentra con otro gato, tiende a marcar su predominancia de macho, por lo cual pelea de manera cruda, lastimándose o muriendo incluso en las peleas, o nunca más volviendo a casa. Cuando empiezan los estímulos hormonales en ellos comienzan incluso a deambular, y se pierden, además de pelearse".
La operación en sí
"La castración del animal implica una cirugía. Se aplica anestesia general (en caninos y felinos). En las hembras la operación es más compleja, ya que se tiene que entrar a la cavidad abdominal. En el macho es algo más rápido pues se trabaja fuera de la cavidad abdominal: se abre la piel, y se saca el testículo. Es una técnica muy rápida, simple y mejor en todo sentido que castrar a la hembra. Las técnicas quirúrgicas en los caninos y felinos son diferentes por el tipo de tejidos, y para evitar ciertas molestias", concluyó Deliberto.
