"Poco ortodoxa" es la última serie de Netflix que se ha convertido en tendencia. Estrenó en el medio de la pandemia y, con el beneficio de tener a gran parte de la población confinada en sus casas, ha logrado posicionarse como una de las favoritas.
Pero, ¿hay realmente méritos para ponerse a verla? ¡Hay muchos, en realidad! Y pasamos a explicarlos, con el anhelo de que en cualquier momento confirmen una segunda temporada.
1) Está basada en hechos reales
En realidad, se trata de una ficcionalización basada en la historia publicada en el libro homónimo de Deborah Feldman, inspirado a su vez en su propia vida.
Brevemente, el argumento: una joven judía ortodoxa de Nueva York, Esty, vive oprimida en los mandatos religiosos de su familia. Con solo 17 años, es obligada a casarse con un hombre al que apenas conoce, fracasa en el matrimonio (sufre de vaginismo, una situación que le impide tener relaciones sexuales, por lo que es juzgada por su entorno) y, para salvarse de ese mundo, huye hacia Berlín, donde vive su madre.
2- Es un relato riguroso
Desde el momento en ver que la serie, dirigida por Maria Schrader, respeta las lenguas (especialmente el yiddish), notamos el esfuerzo que ha hecho la producción por reproducir las situaciones que se viven en el interior de una casa ortodoxa.
Pero tengamos en cuenta que, en definitiva, se trata de una ficcionalización sobre hechos reales. "Era muy importante hacer cambios en nuestra historia y diferenciarla de la vida real de Deborah Feldman. Porque ella es joven, es una figura pública, una intelectual, y queríamos que la vida de Esther en Berlín fuera muy diferente de la vida de Deborah. Los flashbacks están basados en el libro, pero la historia en sí es inventada", explicó Alexa Karolinsky, guionista de la serie junto a Anna Winger.
3- Actuaciones de lujo
Shira Haas, Jeff Wilbusch y Amit Rahav protagonizan la serie, aunque claramente es Haas, de 24 años, quien se luce en todo momento.
Con esa corta edad, esta actriz israelí ya tiene más de ocho años de carrera y probablemente esta producción le abra las puertas a una carrera internacional.
4- No abusa del tiempo
"Poco ortodoxa" tiene solo cuatro capítulos, una verdadera oda a aquella máxima de que "si algo bueno es breve, es dos veces bueno". Aunque nos sobre tiempo en estos días, tampoco es cuestión de desperdiciarlo. Esta serie no falla: es concisa, climática y nos queda resonando en la cabeza una vez terminada.