La última película de "Star Wars" llegó a los cines el jueves pasado y ya está dando que hablar en sus diferentes proyecciones a lo largo y ancho del mundo.
Es que "Star Wars: el ascenso de Skywalker", que le da fin a una saga que comenzó hace 42 años, tiene una importante innovación temática respecto a las películas anteriores: la diversidad sexual está en primer plano, tanto así que se ve a la primera pareja homosexual de este universo fantástico creado por George Lucas. Los países más conservadores quedaron con los tapones de punta.
De hecho, se ve en una escena cómo dos actrices, integrantes de la Resistencia, se dan un beso en el medio de una celebración. Es una escena muy breve, sí, pero también significativa.
En los Emiratos Árabes Unidos, por ejemplo, fue recortada por la censura: recordemos que allí la homosexualidad es castigada con pena de muerte.
Esta misma versión, con ese recorte, será también la que llegue a otros países de la región como Qatar y Arabia Saudita, donde los temás referidos al colectivo LGBTIQ tienen los mismos problemas de visibilidad y aceptación.
A diferencia de Oriente, en China la escena pudo eludir la censura del gobierno. Según NBC News, la película pudo verse sin cortes, dejando perplejo al público.
Un público que, recordemos, tuvo que ver "Rapsodia Bohemia" con diez minutos menos.
La escena en cuestión dura pocos segundos y su ausencia no modifica la trama del filme. Según explicó el director J. J. Abrams en una entrevista para Europa Press, Star Wars ofrece un ambiente de equidad para todos. "Si la igualdad supone un problema, entonces estoy orgulloso de haber hecho una película que fomente la igualdad".