En Rivadavia, La Libertad y Luján igualaron 2 a 2 con un final repleto de incidentes. Gerry adicionó ocho minutos y los locales igualaron de cabeza en el minuto 52’. Al término del mismo, los jugadores visitantes fueron en búsqueda del juez principal. Hubo intervención policial.
La calurosa tarde esteña fue mínima en comparación a la temperatura con la que terminó el encuentro entre Albirrojos y Granates, ya que ambas parcialidades se fueron molestas con la actuación arbitral y el partido terminó con un expulsado por bando.
Nadie imaginó este desenlace, más con la pincelada de Nabil Ponti en el primer minuto de juego. Tiro libre ejecutado a la perfección por el 10 de La Libertad, quien colgó la pelota en el ángulo superior izquierdo de Marcos Tobar. Golazo para desatar la alegría local.
Dos minutos después, Cuello quedó mano a mano con el arquero pero su remate se fue desviado. De ahí en adelante el partido se trabó. Muchas faltas, algunas más fuertes de lo normal, y Luján de a poco se animaba y soñaba con la igualdad.
Dicho empate llegaría recién a los 37’. Tiro libre desde la derecha, la pelota picó en el borde del área y de cabeza Alessandrello descolocó a Villegas para poner el 1-1 parcial antes del descanso.
En el complemento, se vio a un Libertad completamente desdibujado y a un Luján con más ímpetu que fútbol, siendo más punzante y complicando a los esteños con una presión alta. A los 25´ Guardia tuvo el gol del triunfo pero su remate terminó siendo débil y a las manos del portero rivadaviense.
Pero de tanto ir, el Granate tendría su recompensa. A los 37´ Rosales de tiro libre pondría el 1-2 en complicidad con el arquero Villegas, a quien el estado del campo le terminó jugando una mala pasada con un pique inoportuno. Los festejos ahora eran de los visitantes.
A los 40´ otra pelota parada a favor de Luján besaría el travesaño, luego de un excelente remate de Bailo, La Libertad se salvaba de una nueva caída. Posteriormente, el trámite se llenaría de polémicas ya que en la siguiente jugada, un evidente golpe de Ponti en el rostro de un adversario generó un tumulto que derivó en dos expulsiones, una por bando. Ponti y Salinas se iban a las duchas antes del final.
Cumplidos los 45´ de la segunda parte, la visita empezó a pedir la hora, aunque el juez Gerry jamás mostró con sus dedos la cantidad de minutos adicionados. El partido continuó, La Libertad arrinconó a su rival y en el minuto 52´ Jil de cabeza pondría el agónico empate para los locales.
Pitazo final. Todos los jugadores de Luján fueron a buscar al árbitro, aunque rápidamente la policía pudo rodear a la terna y evitar mayores incidentes.