“Más que enrarecida, podría decirse que está desordenada. Pero es algo propio de una causa que tiene casi 60 denuncias por estafas individuales, con denunciados que no son en todos los casos los mismos, pero que sí tiene a todos los involucrados en esos casos imputados por igual en el delito de asociación ilícita. Lo concreto es que está avanzando, que los 6 implicados siguen imputados y están todos en la cárcel San Felipe, por el momento”.
La frase, sintética y contundente, pertenece a uno de los actores que sigue de cerca el caso que la Fiscalía de Delitos Económicos del MPF de Mendoza, en la figura de Hernán Ríos, investiga por las presuntas estafas reiteradas con fondos de inversión en dólares y con la venta de terrenos virtuales en el metaverso. Las estafas y delitos que se investigan se calculan en un monto millonario y en dólares.
Por los episodios, se encuentran imputados y están siendo investigados los tres hermanos Giovanni, Gitan y Genaro Caroglio (todos de Luján de Cuyo, Mendoza), además de Hans Breuer, Juan Ignacio Manduca y Lucas Zalazar. De acuerdo a lo denunciado por los damnificados -y a lo expuesto por el fiscal al momento de formalizar la imputación-, por medio de dos firmas, los imputados estafaron a más de 60 personas. Además, Ríos considera que actuaron como asociación ilícita, por lo que -además de imputarlos por las estafas particulares-, todos fueron acusados por este delito. Y es eso lo que los mantiene en la cárcel.
En las últimas horas, algunas víctimas se organizaron entre sí y, por medio de un escrito, manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que los imputados (o algunos de ellos) puedan recuperar la libertad. Además, dejaron entrever una posible connivencia entre algunos de los abogados que hoy los representan con los denunciados, y hasta expusieron dudas sobre el accionar de la jueza interviniente, María José Cerdera.
No obstante, desde el fuero íntimo de la causa aclaran que -al menos por lo expuesto hasta el momento-, no se trata de connivencias ni de arreglos espurios, sino que muchas de estas situaciones están relacionadas a las caracerísticas de los delitos denunciados e investigados, propiamente dicho.
LOS 6 IMPUTADOS SIGUEN EN LA CÁRCEL
A fines de agosto, durante una de las tantas audiencias en el contexto de la investigación de los delitos de estafas y asociación ilícito, la jueza Cerdera resolvió que Giovanni y Genaro Caroglio, así como también Hans Dieter Breuer continaran cumpliendo la prisión preventiva en modalidad domiciliaria. Además, dispuso que Gitan Caroglio, Juan Ignacio Manduca y Lucas Zalazar recuperaran la libertad bajo fianza.
No obstante, en la misma audiencia el fiscal Ríos amplió las imputaciones contra los 6 -hasta entonces, acusados formalmente de reiteradas estafas- y sumó la de asociación ilícita contra todos ellos. Por esto mismo es que, más allá de la disposición primera de la jueza, no abandonaron el penal de San Felipe.
Desde entonces, las audiencias han continuado. Y son algunas situaciones registradas durante estos encuentros las que han llevado a los denunciantes a desconfiar y temerle al siempre presente fantasma de la impunidad (o, al menos, a lo que ellos consideran que sería impunidad).
La primera jueza sobre quien recayó la causa impulsada por el fiscal Ríos fue Eleonora Arenas. No obstante, la presentación espontánea de un testigo de identidad reservada que declaró que el hijo de la magistrada había tenido vínculos con Giovanni Caroglio y hasta frecuentaba la oficina del sindicado como líder de la asociación ilícita -Arenas se excusó diciendo que no era su hijo, sino una persona con el mismo nombre del joven- llevó a que se apartara a Arenas. Y allí fue cuando entró en escena la jueza Cerdera.
Y fue precisamente la jueza Cerdera quien, durante la última audiencia en la que la defensa de algunos de los imputados solicitó un control jurisdiccional (referido a que se revise la situación de prisión de los imputados), consideró que no estaba comprobada la existencia de acuerdos previos en los casos de Breuer y Manduca. En pocas palabras, y en criollo, Cerdera entendió que, al menos en lo referido a la acusación por el delito de asociación ilícita, Breuer y Manduca estarían en condiciones de abandonar la cárcel San Felipe.
Sin embargo, concretamente en lo que tiene que ver con Manduca, tiene acusaciones por entre 44 y 55 estafas puntuales e individualizadas con las firmas We Are Capitals (WAC, un fondo común de inversión en dólares) y Cripto Country (CC, un desarrollo de terrenos virtuales en el metaverso). De esta manera, más allá de si existieran pruebas referidas a que tenía conocimiento de la conformación de una asociación ilícita o no, esta situación derivó en que, al menos hasta esta semana, la jueza no dispusiera su libertad.
En en caso de Breuer, Cerdera consideró que debería continuar detenido, aunque en los próximos días podría disponerse que continuara en la modalidad domiciliaria. De hecho, Breuer había propuesto un inmueble a modo de fianza para que se le concediera la domiciliaria, aunque saltó el detalle de que dicha propiedad estaba sujeta a un embargo.
Tanto Breuer como Manduca, los tres hermanos Caroglio y Zalazar se encuentran en prisión preventiva (sin condena), por disposición del fiscal y mientras avanza la investigación que buscará definir si cometieron los delitos de estafas reiteradas y asociación ilícita por los que han sido imputados. Antes de que termine la semana se celebrará una nueva audiencia en la que podría haber novedades de la situación de Breuer y Manduca, principalmente.
“Giovanni Caroglio y sus hermanos son las primeras líneas de los hechos, por lo que están presentes en todas las denuncias y son quienes más complicados están”, aclaró la misma fuente del caso.
LOS IMPUTADOS RETIRARON CASI 4 MILLONES DE DÓLARES
Hace más de dos meses, en el contexto de la investigación por las presuntas estafas y asociación ilícita, se conoció el detalle de los movimientos financieros que hicieron 5 de los imputados en la plataforma Binance, una de las más importantes en lo que se refiere a intercambio de divisas y criptomonedas. En total, depositaron 3.780.278 dólares entre diciembre de 2020 y julio de 2023 en esta plataforma.
De esos más de 3,78 millones de dólares que depositaron, los implicados retiraron en el mismo período 3.621.741 dólares, casi 96% del monto depositado. Según destacaron fuentes judiciales de la investigación oportunamente, si bien el número de por sí no es prueba de ningún delito, toma una completa relevancia si se tiene en cuenta que coincide con el período en que -según denuncian los más de 60 involucrados- los hoy imputados e involucrados recibieron una cifra millonaria de dinero de parte de esos denunciantes y para “moverla” en un fondo común de inversión -primero- y en un emprendimiento de lotes virtuales en el metaverso.
Los 6 jóvenes están imputados como miembros de una asociación ilícita y como autores y coautores de reiteradas estafas cometidas contra -al menos- 60 personas con dos firmas: el fondo de inversión en dólares We Are Capitals (WAC) y el emprendimiento de lotes virtuales en el metaverso Cripto Country. Si bien al principio de la causa se hablaba de un monto superior al millón de dólares, a partir del informe de movimientos en Binance, el fiscal Hernán Ríos tomó esos 3,7 millones de dólares como el piso de las presuntas estafas (podrían sumarse otras billeteras virtuales y, además, los dólares en efectivo y billete que muchos inversores les dieron mano a mano a los hoy investigados).
MILLONARIOS MOVIMIENTOS EN CRIPTOMONEDAS
Ante la requisitoria del fiscal Ríos, y por medio de un informe remitido por la Subdirección de Investigación en Delitos Tecnológicos de la Dirección de Investigación Criminal de Gendarmería Nacional, el Ministerio Público Fiscal accedió a los movimientos en Binance de los imputados. Se trata de un detalle que incluye todos los depósitos y retiros en dólares USDT (cripto) desde diciembre del 2020 y hasta el momento en que fueron imputados y detenidos.
De los casi 4 millones de dólares que se depositaron y retiraron, más de la mitad (2,3 millones de dólares) fueron “movidos” por el principal imputado, Giovanni Caroglio. Su hermano, Gitán Caroglio, en tanto depositó y luego retiró poco más de un millón de dólares. Ambos retiraron más de 90% del dinero que habían depositado.
Genaro Caroglio (el tercero de los hermanos), en tanto, depositó en Binance 274.598 dólares desde el 15 de septiembre de 2021, y retiró 222.427 dólares hasta el 24 de junio de 2023.
Dos de los otros tres imputados (Breuer y Zalazar Guerrero), en tanto, depositaron y luego retiraron montos que rondaron entre los 30.000 dólares y los 37.000 dólares. El único que retiró más dinero del que depositó fue Beuer, quien depositó 30.350 dólares -desde el 3 de mayo de 2021- y retiró más del doble (70.720 dólares, siendo el último el 29 de agosto de 2022).
Lo que sigue, ya con este material en poder de la Fiscalía, es lograr determinar la trazabilidad de ese dinero.
QUÉ ESTAFAS SE INVESTIGAN
Tanto los hermanos Caroglio como Manduca, Dieter Breuer y Zalazar Guerrero fueron detenidos el 6 de julio, luego de que el fiscal Hernán Ríos ordenara una serie de allanamientos. Ríos dispuso que los imputados queden en prisión preventiva efectiva al considerar que existía riesgo de fuga y de entorpecimiento en el avance de la causa si los acusados mantenían la libertad. Por ello quedaron en el complejo penitenciario San Felipe, donde permanecen en la actualidad, aunque la situación podría cambiar en los próximos días.
Dentro de la causa, la Fiscalía de Delitos Económicos del Ministerio Público Fiscal de Mendoza investiga a dos firmas con las que, presuntamente, los seis imputados habrían cometido las estafas
La primera de ellas es “We Are Capital” (WAC), un fondo común de inversión en dólares con promesas de exorbitantes ganancias. A través de WAC, los hoy imputados ofrecían a inversores particulares la posibilidad de invertir en commodities vinculados al campo, así como también en la Bolsa. Aquí llegaban a ofrecer ganancias de hasta 8% mensuales y en dólares. El detalle es que era un fondo que funcionaba por fuera del mercado oficial regulado.
Así fue como los hermanos Caroglio y sus socios lograron seducir a inversores particulares, quienes -embelesados por lo ofrecido-, confiaron en ellos sus dólares a través de contratos de mutuo.
WAC se presentaba como una firma de inversiones y prometía gran eficiencia a través de agentes bursátiles. Sin embargo, en todo este mecanismo no se cumplía con la ley que regula los fondos de inversión, según especificaron desde el MPF. “Prometían intereses muy superiores a los de plaza para atraer inversores, y los primeros meses pagaban los intereses, para que los inversores incrementarán el dinero que entregaban”, explicaron los investigadores a Los Andes el 6 de julio, mismo día en el que se imputaba y detenía a los involucrados.
En febrero de 2022 comenzaron los incumplimientos en los pagos acordados. A partir de ello, los hoy imputados ofrecieron tres opciones a los inversores: pasarse a otro fondo, comprar con ese crédito terrenos virtuales de “Cripto Country” o recibir el efectivo.
Aquí entraba en escena la que actualmente es la segunda empresa denunciada y que está siendo investigada en esta causa: “Cripto Country” (CC), también encabezada por los imputados. Esta firma se ubica íntegramente en el plano de lo virtual y ofrecía la compra – venta de loteos virtuales y en el metaverso, un espacio muy cotizado que no existe en la vida real (lo que se conoce como NFT).
Concretamente, los imputados les ofrecían a los hoy denunciantes comprar terrenos en un barrio virtual. Pero la mayoría de los afectados no aceptó, ya que habían perdido la confianza. Ante este rechazo, los inversores continuaron persiguiendo a Caroglio y la promesa de que les devolvería el capital inicial se renovaba una y otra vez. Hasta que en diciembre de 2022, los denunciantes se organizaron para hacer la denuncia unificada.
“En CC aparentaban la creación de un videojuego en el metaverso. Vendían los terrenos virtuales por boletos de compraventa prometiendo que utilizarían la tecnología NFT. Pero nunca transfirieron los NFT ni lanzaron el videojuego”, explicaron desde el Ministerio Público Fiscal a comienzos de julio.
QUÉ DICE GIOVANNI CAROGLIO DE LAS DENUNCIAS EN SU CONTRA
Lo episodios tienen similitudes con otros tantos episodios de los conocidos como estafas piramidales -o esquema Ponzi- registrados en Mendoza y en el país en los últimos años.
A fines de junio, consultado por Los Andes y antes de ser detenido, Giovanni Caroglio -registrado en la AFIP como vendedor de indumentaria- se defendió de las acusaciones. Fue en una primera nota donde algunas de las víctimas dieron detalles de las estafas.
Allí, Caroglio insistió una y otra vez en que él era “deudor y no estafador”, e insistió en que su intención era saldar esa deuda devolviéndoles el capital de inversión inicial a quienes habían participado del primer fondo de inversión y lo habían denunciado.
En esa sintonía, durante el proceso, sus abogados han intentado insistir en este concepto e, incluso, han indicado que los accionantes deberían haberse dirigido al Fuero Civil y Comercial, y no al Penal.
A comienzos de agosto, Giovanni Caroglio grabó un video con un mensaje desde la cárcel y donde acusaba al propio fiscal Ríos de tener un encono personal para con su persona. En el mensaje, además, destacaba que no había pruebas ni motivos para que estuviese preso y que su intención seguía siendo saldar su deuda con las personas.