La fiscal federal de Río Cuarto, Alicia Viviana Cena, imputó a cuatro personas por violación de los deberes de funcionario público y de abuso de autoridad en el marco de la investigación por el caso de Solange Musse.
La causa de inicio tras una denuncia de Pablo Musse, quien no pudo acompañar a su hija Solange en los últimos días de vida.
La mujer padecía una enfermedad terminal y su padre no llegó a verla debido a las restricciones a la circulación adoptadas en el límite provincial entre La Pampa y Córdoba, en el puesto caminero próximo a Huinca Renancó.
Los imputados son un sargento primero de la Policía Caminera, con base en la localidad de Huinca Renancó, dos médicos del COE (dependiente del Ministerio de Salud provincial) y una trabajadora social en esa órbita, quienes fueron llamados a declaración indagatoria. Musse está representado legalmente por el abogado Carlos Nayi.
La historia de Solange
El 16 de agosto pasado Pablo Musse había viajado desde Neuquén para poder ver a su hija tras cinco meses separados por la cuarentena. Solange se encontraba en una casa alquilada en Alta Gracia con respirador, asistencia y acompañamiento médico.
Pero en el control sanitario de Huinca Renancó le negaron el ingreso a la provincia de Córdoba y fue obligado a dar la vuelta y marcharse a pesar de no tener coronavirus.
No solo le negaron entrar a la provincia, sino que además varios patrulleros lo escoltaron de vuelta a Neuquén y lo hicieron manejar 40 horas seguidas sin poder descansar. El hombre informó sobre el acontecimiento a los medios cordobeses y confesó que nunca tuvo síntomas y que nunca tuvo el virus.
En el control de Huinca Renancó le habían hecho dos test y las autoridades en ese momento decían que habían dado positivos. Sin embargo, al retornar a Neuquén se realizó otra prueba que dio resultado negativo.