Un hombre de 30 años fue víctima de dos “motochorros” que le robaron una mochila con más de 3 millones de pesos que acababa de retirar de una sucursal bancaria del Centro, con el objetivo de pagarle el sueldo a sus empleados. El suceso abrió la hipótesis de una posible salidera bancaria y generó miedo en la zona.
Era una mañana de miércoles tranquila, como cualquier otra, en las calles céntricas hasta que, pasadas las 10, un estallido seguido de gritos exasperados se llevaron toda la atención en la esquina de San Juan y Don Bosco. Dos delincuentes en moto acababan de romperle el vidrio a un Mercedes Benz último modelo con un solo objetivo: robar el bolso que traía el conductor a su lado. Y lo lograron.
Secuencia de un robo millonario
El empresario había ido minutos antes a una de las tantas sucursales de bancos que se ubican en el Centro. Allí había sacado 3.200.000 pesos en efectivo que guardó en una mochila y que, según informaron fuentes oficiales, destinaría a pagar los sueldos de sus empleados.
Luego subió a su coche y tomó la calle Don Bosco, que corre con dirección obligatoria hacia el Este. Pero escasos metros antes de llegar a la esquina de San Juan, el auto que iba delante de la víctima frenó porque el semáforo se puso en rojo.
Mientras el hombre de 30 años esperaba que largara la luz verde, una moto con dos sujetos se paró a su lado. Uno se bajó y caminó hacia la ventanilla del acompañante, le partió el vidrio y, en una fracción de segundos, le manoteó la mochila que estaba en ese asiento.
Con el botín corrió hasta la moto, se subió y salieron a toda marcha en contramano por la misma calle en la que estaban. Desesperado y aturdido por la situación, el empresario se bajó del auto y corrió tras los ladrones lo más que pudo hasta que los perdió de vista.
Ahora los sabuesos analizan las cámaras de seguridad de la zona para tratar de identificar a los asaltantes y el rodado en el que se movilizaban.
Algunos comerciantes del lugar describieron a Los Andes que suele haber muchos ladrones de carteras y de celulares en la zona, pero que esta era “la primera vez” que veían un robo de ese estilo y con esa violencia. Lo que inclina la balanza hacia la hipótesis que manejan los investigadores de la Policía de que no se trató de una víctima al azar, sino que realizaron una modalidad conocida como salidera bancaria.
Con el mismo modus operandi, delincuentes que se enteran de que alguien va a retirar mucho dinero, lo empiezan a seguir de manera disimulada una vez que ven a su “presa” subirse al vehículo con la plata.
Cuando ya se alejaron varias calles del banco, debido a que en esas zonas hay varios policías, esperan que el semáforo se ponga en rojo y allí rompen el vidrio y sustraen el efectivo. No es casual que siempre el delito se repita con ladrones en moto. Esto se debe a que para huir es mucho más fácil que en un rodado mayor, ya que pueden hacerlo en contramano, según explicaron fuentes del Ministerio de Seguridad a este diario.
En su mayoría, en este tipo de robos las víctimas son quienes salen de los bancos, las financieras o las casas de cambio. El modo en el que consiguen el dato no siempre es certero, ya que puede ir desde la inocencia de la víctima contándoselo a algún conocido, hasta de un incógnito que trabaje en el lugar que entrega el dinero.