Una vez más, Mendoza se vuelve el escenario de un asalto sin escrúpulos. Un hombre que fue baleado en Guaymallén tras resistirse al robo de su camioneta está en estado grave y corre riesgo de muerte. Los delincuentes siguen prófugos y apareció su vehículo incendiado, pero sin rastros para la pesquisa. Sin embargo, analizan cámaras de seguridad de la zona para hallar a los ladrones.
Juan Marcelo Villanueva llegó a su casa el domingo por la noche, en su camioneta, tras haber ido a buscar a la iglesia a su mamá de 82 años y a una vecina de la misma edad. Era Domingo de Ramos. Al llegar a su domicilio, ubicado en el cruce de las calles Gutenberg y Colón, de Guaymallén, paró el motor para bajarse a abrir el portón y guardar el vehículo.
Mientras abría la cochera, un grito ensordecedor lo sorprendió, giró de inmediato su mirada hacia su vehículo y vio a dos ladrones tratando de robárselo. Sin pensarlo, el hombre enfrentó a uno ellos pero, entre forcejeos, el delincuente le dio arranque al motor y sacó la camioneta a toda velocidad.
En un intento desesperado por evitar que se llevaran a su madre dentro de la camioneta y le hicieran daño, Villanueva se colgó de la caja y resistió con valentía durante dos cuadras hasta que uno de los ladrones le disparó con un arma de fuego calibre 22 y el proyectil le impactó de lleno en el pecho. Así, cayó al pavimento.
Los vecinos corrieron a ayudarlo. El hombre de 55 años quedó consciente y estuvo despierto todo el tiempo mientras llegaba la ambulancia, que demoró alrededor de 40 minutos. Tiempo arriesgado para su vida, pero suficiente para que le explicaran que su madre había alcanzado a bajarse de la camioneta antes de que el ladrón se fugara, aunque del susto se había desmayado.
En ese mismo lapso, Villanueva describió cómo eran los sujetos y, sin dudas, uno de ellos le llamó fuertemente la atención porque tenía un tatuaje de una estrella en un pómulo, dato que podría ser de mucha utilidad para la fiscal de Homicidios Claudia Ríos Ortíz, quien quedó a cargo de la causa.
Fue trasladado al hospital Central. Llegó consciente y, una vez ingresado, los médicos aseguraron que no requería de cirugía. Lo dejaron en observación durante la noche pero el lunes se descompensó.
Nuevos estudios indicaron que la bala, que había ingresado por el costado derecho del tórax y que quedó alojada cerca del corazón, había causado graves daños: entre ellos, que la sangre había comenzado a ingresar a sus pulmones. El hombre fue operado de urgencia, pero quedó en estado crítico, con el proyectil aún alojado en el pecho.
Dos fugitivos y una camioneta incendiada
Mientras Villanueva lucha por su vida y los detectives trabajan intensamente en la búsqueda de los fugitivos, un nuevo giro se sumó a la causa este martes a la madrugada, cuando alrededor de la una, un llamado al 911 alertó que había un vehículo en llamas en un descampado de Las Heras.
Los policías de la Unidad Especial de Patrullaje (UEP) dieron aviso a los bomberos del Cuartel Central, quienes lograron apagar el incendio. Fue entonces cuando constataron que se trataba de una Nissan Frontier, matrícula EFK 200, con pedido de secuestro por el caso, es decir, se trataba de la camioneta de Villanueva. Desafortunadamente, las llamas borraron todo tipo de rastros.
Pero los investigadores cuentan con una nueva pista que podría darle luz a la investigación. Se trata de unas cámaras de seguridad cercanas al domicilio de la víctima y otras que revelarían el recorrido de la camioneta. Una fuente ligada a la investigación adelantó que están esperando la pericia de las imágenes, lo que podría ser una prueba clave para dar con los autores.