En los próximos días se definirá la situación de los tres imputados por el asesinato del jubilado maipucino Eduardo Bertón Vidal (81), con un matiz poco común para este tipo de casos: los tres sospechosos han decidido declarar y dar su versión de los hechos.
El martes próximo la jueza Mariana Romeo abrirá una audiencia en la que se tratará el pedido de prisión preventiva solicitado por la fiscal de Homicidios Claudia Ríos para los tres acusados: Claudia Carina Córdoba (51) -ex candidata libertaria maipucina- y a la pareja conformada por Roxana Núñez (38) y Pablo Peña (57).
En ese momento se podrían discutir distintas situaciones: oposición de las defensas a la preventiva, cambios de calificación para los imputados y solicitudes de prisión preventiva, entre otros puntos.
El trío está imputado como “coautores de homicidio con tres agravantes: premeditado de dos o más personas, homicidio criminis causa (matar para ocultar el crimen) y uso de arma de fuego”.
El lunes pasado declaró Córdoba, asistida por su abogado, Pablo Cazabán; hoy lo hizo Núñez asesorada por la defensora oficial Alicia Arlota, y el viernes lo hará Peña con la defensora oficial Silvina González.
Por la declaración de las mujeres -ambas se declararon culpables de hurto, no del homicidio-, no es imposible pensar que sus defensores soliciten un cambio de calificación drástico: que sean imputadas por hurto.
Una fuente que trabaja en el caso apuntó que, en cuanto al hombre, la calificación que se podría solicitar es homicidio en ocasión de robo.
La declaración de la candidata libertaria
Según la declaración de Claudia Córdoba, conoció a Bertón “por su libro de Humanáutica”. “Comenzamos a trabajar en el proyecto para ponerlo adelante”, relató la mujer. En tanto, indicó que a Nuñez y Peña los conoce “del barrio”. “El barrio es cercano a mi casa, en el que desarrollaba yo actividades políticas”, detalló.
-El plan. “Ese día fui a la casa de Eduardo cerca de las 13, llevé unas cosas que me había pedido, charlamos un rato sobre el proyecto y posibilidades que habían de ejecución. De momentos me decía que lo hacíamos, de momento que lo bajaba. Ahí me comentó que había decidido vender una propiedad, que quería que volviese por la tarde para que viésemos como invertía el dinero”, relató la acusada.
Y siguió: “Me fui a casa, me acerqué a lo de Peña y Núñez y les dije que había dinero en esa casa. Ellos tenían problemas económicos y ahí aceptaron ayudarme para apoderarse del dinero”.
-El hecho. “Volvimos a las 17. Roxana y yo sentadas adelante, Peña en el baúl del auto. Llegamos, Eduardo nos abrió y nos bajamos ella y yo. La idea era que no advirtiese Eduardo la presencia de Peña porque me había mencionado que recorriéramos el predio para repasar el proyecto en el que me había dejado totalmente afuera”, detalló Córdoba.
“Peña no necesitaba más que ingresar. Yo le había explicado cómo era la casa y tenía que sacar el dinero y volver al auto. Recorrimos con ella el predio y Eduardo. Más o menos después de media hora volvimos, nos subimos y nos fuimos. Núñez comenzó a llamarlo a su esposo mirando hacia el baúl. Él no respondía. Me detuve, miré el baúl, vi que no estaba”, añadió.
-El hecho II: “Di una vuelta grande para poder regresar y ahí pasé nuevamente por la casa de Eduardo. Unos metros más adelante lo encontré a Peña. Ahí se subió, estaba nervioso. No me dijo nada y solamente le dijo a su esposa que regresara, por lo que los dos se bajaron y caminaron en dirección a la casa de Eduardo. Y yo me volví a mi casa”, setenció la imputada.
-El móvil (del robo): “Me sentí estafada por parte de Eduardo. Habíamos ideado el proyecto juntos, él marcaba mucho su condición de superioridad para poder hacer el aporte de capital semilla, entonces surgían vaivenes. En un momento lo haría como un préstamo, en un momento era capital semilla. Yo había hecho mucho con mis contactos para poder hacer el proyecto y por ahí me ponía presión porque yo no aceptaba ser su pareja”, argumentó Córdoba.
La versión oficial
Según la fiscalía, a las 17 del 10 de agosto pasado ingresó a la propiedad de Bertón un Fiat Palio. A través del registro de las cámaras de seguridad de la casa, los investigadores pudieron ver que Córdoba conducía y la otra mujer iba en el asiento del acompañante.
Las mujeres se bajaron y hablaron con Bertón. En las imágenes registradas por las cámaras parece que el hombre les muestra parte del predio, mientras mantienen una conversación. Luego Córdoba vuelve al auto, mientras su compañera sigue hablando con el dueño de casa paseando por el terreno.
Es entonces cuando Peña sale de la parte trasera del auto e ingresa a la vivienda y se desplaza por distintas habitaciones, como si buscara algo.
La imagen de la cara del presunto agresor se ve nítidamente en las imágenes, ya que el hombre comienza a cortar los cables de la instalación de la cámara y la filmación se detiene en ese momento.
Entonces queda el registro de las cámaras exteriores, donde se puede ver a las 18.05 que los tres imputados se van de la casa. Los investigadores creen que en ese momento se habría producido el homicidio de Bertón, aunque eso es sólo una hipótesis, ya que no hay registro fílmico del hecho.
Lo que sí se sabe, por las cámaras exteriores que siguieron funcionando, es que a las 18.30 Peña y Núñez regresaron a la casa de Bertón y en ese momento iniciaron el fuego en la habitación donde luego fue encontrado sin vida el jubilado.