En el primer semestre de año se han registrado en Mendoza 51 homicidios entre los cuales se destacan 4 muertes de mujeres catalogadas como femicidios ,según las estadísticas que manejan el Ministerio de Seguridad y el Ministerio Público Fiscal de Mendoza.
El número es superior a los 32 homicidios registrados en el primer semestre de 2020 pero, para las autoridades del Ministerio de Seguridad, no se debe establecer una comparación con 2020 sino con 2019, cuando se produjeron 51 muertes violentas (entre ellos 5 femicidios).
¿La razón? Durante buena parte de la primera mitad de 2020 –aproximadamente 3 meses- hubo movilidad restringida debida a la pandemia de covid-19, algo que afectó a todo el mundo y que produjo una marcada baja de todos los delitos, no sólo en Mendoza y el país, sino en todos los países.
Según los números ofrecidos por Seguridad, de los 51 homicidios registrados este año (en lo que va de julio se asesinaron a 7 personas más), el 54% se llevó a cabo entre gente conocida, entre las que surgieron riñas o los llamados “ajustes de cuentas” por cuestiones relacionadas por la droga o por enemistades.
Además, los números oficiales marcan que hubo tres muertes cometidas por efectivos policiales. Los tres casos han sido considerados por la Justicia, tras algunas dudas, como actuaciones “en legítima defensa”. Por otra parte, 8 caos son considerados como homicidios “en situación de robo”, es decir que se deben atribuir a la inseguridad.
Los 51 homicidios registrados el primer semestre se distribuyen de la siguiente manera: 15 en enero; 9 en febrero; 10 en marzo; 9 en abril; 3 en mayo; y 5 en junio.
De todos estas las muertes violentas, tres casos acapararon la atención de los medios, sobre todo por el tiempo en que lograron resolverse y porque en dos de ellos, las cuerpos de las víctimas no se encontraban o, finalmente, todavía no se encuentran.
Un crimen sexual
Uno de los casos más resonantes fue la violenta muerte del joven Jesús David Calderón (30), cuyo cuerpo fue encontrado por sus allegados el 2 de enero, en su departamento ubicado en Gutiérrez al 600 de Ciudad.
Se trata de un caso “cerrado”: el 8 julio pasado, en un juicio abreviado condenaron a Tomás Rubbiani (22) y Axel Tolosa (19) quienes, tras confesar el crimen recibieron la pena de 25 años de prisión por el delito de robo seguido de muerte.
El cuerpo de joven Calderón fue encontrado el 2 de enero pasado y presentaba un avanzado estado de descomposición. Estaba tirado en el piso del dormitorio, con las manos atadas a la espalda, un cable en el cuello. Estaba semidesnudo y había sangre: fue golpeado y ahorcado. La policía sostuvo la hipótesis de un crimen sexual.
Si bien las cámaras de seguridad de la zona detectaron a la víctima junto a sus victimarios caminando desde el lugar de trabajo de Calderón hasta su casa, no fueron identificados hasta que el teléfono que le robaron se activó en San Luis, donde nació Rubbiani.
El 12 de febrero pasado, ambos fueron capturados en el barrio de Balvanera, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y una semana más tarde llegaron a Mendoza donde fueron imputados por la fiscal Andrea Lazo.
Un femicidio cuyo cuerpo no se ha encontrado
El 15 de abril pasado, la provincia se vio conmovida por la desaparición de Abigail Carniel (18), quien fue vista por última vez en el barrio Sargento Cabral de Las Heras, cuando se bajó de un colectivo. Por el caso están imputados y detenidos Matías “Fido” Díaz, Martín “Chupetín” Márquez y Vicente “Tito” Chumacero.
El femicidio de Abigail comenzó como una caso de desaparición pero con los días –y la infructuosa búsqueda realizada por la policía y la propia familia- la justicia calificó el caso como un femicidio, con una característica poco usual: el cuerpo de la víctima no ha aparecido hasta ahora.
A falta del cuerpo de Abigail, la investigación tiene como prueba principal las escuchas telefónicas que, para la fiscalía de Homicidio, ameritan mantener en prisión a los acusados. En las mismas se escucha surgen algunas conversaciones en la que la mujer de “Chupetín” le recrimina haber asesinado a Abigaíl por un asunto relacionado con el comercio de droga.
La mujer le dice que él la ha matado y que no quiere ir más a su casa porque allí él ha tenido sexo con la chica y han estado consumiendo droga. Que luego él ha responsabilizado a la joven por la “pérdida” de la droga y eso ha desencadenado el crimen.
La muerte de Griselda Guerra es el cuarto femicidio que se ha registrado en Mendoza en lo que va de año. La primera víctima fatal de la violencia machista fue Mercedes Zárate (28), quien fue asesinad por su novio Roberto López en Ugarteche el 17 de enero. López fue condenado en julio a prisión perpetua en un juicio abreviado. Por último, Daiana Aballay (24) fue asesinada tras ser agredida sexualmente y con un machete, por un vecino Sebastián Salomón (20) en el barrio Estación Espejo de Las Heras. Salomón también fue condenado a perpetua en un juicio abreviado realizado este a principios de este mes.
Los hermanos Álvarez y una deuda de dinero
Franco (28) y Kevin (18) Álvarez, desaparecieron el 7 de junio pasado, a las 21.30 cuando estaban en un loteo ubicado en la zona de Olascoaga y Buenos Vecinos de Guaymallén esperando el pago de unos $14.000, tal como se lo confirmó el menor de los hermanos a su madre a través de un mensaje de WhatsApp.
Durante tres semanas, los jóvenes fueron buscado por la policía, sus amigos y familiares. Finalmente sus cuerpos fueron encontrados el 27 de junio el llamado al 911 de una mujer que en inmediaciones de calle Los Pinos, en Rodeo del Medio, aseguró haberse topado con un cadáver en el interior de un desagüe. Luego la policía descubrió que eran los hermanos perdidos.
Fabián Dagostino (51); Axel Dagostino (21); Omar Andrada (32) y Luis Andrada (37) están detenidos y fueron imputados por “homicidio calificado por alevosía por el concurso premeditado de dos o más personas y por homicidio agravado por el uso de arma de fuego”. Se trata del hombre que les dio trabajo en la construcción a las víctimas y su hijo, además de dos obreros más que compartieron labores con los hermanos antes de que desaparecieran.
