Seis personas declararon hoy como testigos en el juicio por la muerte de Lucio Dupuy (5). Se trata de un médico, tres enfermeras y dos policías, quienes contaron lo ocurrido en el hospital Evita de la ciudad de Santa Rosa, La Pampa, el 26 de noviembre del año pasado, cuando Lucio fue llevado en grave estado por la pareja de su madre para que recibiera atención.
Se trata de la tercera audiencia del debate oral que se les sigue a Magdalena Espósito Valenti, madre de Lucio, y su pareja, Abigail Páez. La misma se llevó adelante en el Centro Judicial de Santa Rosa y estuvo enfocada en lo que pasó cuando Páez llegó al hospital con el niño en estado crítico, según indicó Télam.
Uno de los policías, que se encontraba aquella anoche cumpliendo funciones en el hospital, contó lo que pasó cuando Paéz y los vecinos entraron con Lucio al lugar. Además, describió cómo vio a la víctima una vez que había fallecido y la llegada de la madre del niño al centro asistencial.
Después, el médico y las tres enfermeras respondieron preguntas acerca del personal atendió a Lucio, los procedimientos y prácticas médicas se realizaron, el tipo de lesiones que tenía y las explicaciones dio Páez acerca de lo que había sucedido.
Con respecto a los relatos, tanto el médico como las enfermeras recordaron que la segunda de las imputadas fue variando sus dichos a medida de que era consultada sobre lo que le había pasado al niño. “Dio varias versiones y fueron escuchadas por distintas personas, iba cambiando”, explicó a Télam un vocero judicial.
Por último, fue el turno de un policía del área de Niñez que fue al Hospital Evita y participó de las diligencias posteriores a la muerte de Lucio y de los allanamientos que más tarde se efectuaron.
Los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora escucharon a los testigos. Además, en la jornada de debate estuvieron presentes las fiscalas Verónica Silvana Ferrero y María Mónica Rivero y el fiscal Marcos Sacco; los defensores públicos María Silvina Blanco Gómez y Pablo De Biasi -en nombre de Páez y Valenti, respectivamente- ; el querellante José Mario Aguerrido, en representación del padre de Lucio, Christian Dupuy, y la asesora de niñas, niños y adolescentes, Graciela Massara.
El estremecedor caso y las acusaciones
La acusación que recae sobre la madre de Lucio de parte del Ministerio Público Fiscal es “abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser la ascendiente, por ser cometido por dos personas y por existir convivencia entre ella y la víctima menor de 18 años, en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía”. A Páez, por su parte, se le imputa el mismo delito pero sin el agravante de ser la ascendiente.
En el alegato de apertura, la querella a las calificaciones legales del MPF, aunque agregó que también existió la agravante de odio de género para el homicidio.
En la primera jornada del juicio, la defensa de la madre de Lucio afirmó que la familia paterna del niño había venido agrediéndolo y añadió que Espósito Valentini “no “no fue la autora material”. Por el otro lado, la abogada de Páez, rechazó la acusación y dijo que ella “procuró evitar” su muerte.
Como la víctima era menor de edad y se debate un delito contra la integridad sexual, el juicio se lleva adelante a puertas cerradas. El mismo se desarrolla en la sede de la Ciudad Judicial de Santa Rosa, situada en las avenidas Uruguay y Perón. Hasta allí fueron trasladadas las acusadas, quienes cumplen prisión preventiva en la Penitenciaría 1 de San Luis.
El crimen de Lucio ocurrió el 26 de noviembre de 2021, cuando el niño murió a raíz de los golpes recibidos. Según la autopsia, solicitada por la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), el niño “presentaba politraumatismos por golpes, mordeduras y quemaduras, de vieja y reciente data” y que el deceso se produjo por una “hemorragia interna”, producto de las agresiones.
“En mis casi 30 años de profesión nunca vi algo así”, había dicho a Télam el forense Juan Carlos Toulouse. Tras la muerte de Lucio se determinó que el niño había sido asistido al menos cinco veces en un lapso de tres meses por politraumatismos en distintos centros asistenciales de La Pampa, aunque no había denuncias de profesional alguno al respecto, como así tampoco de las autoridades del jardín de infantes al que asistía.
Debido a esto, se inició una investigación administrativa a nivel gubernamental para establecer responsabilidades de funcionarios en la omisión de denuncias que pudieron haber evitado este desenlace.
