El exdiputado misionero Germán Kiczka, quien está acusado de integrar una red de distribución de material de abuso infantil y fue detenido cuando estaba escondido en un campo de la ciudad correntina de Loreto, a unos 184 kilómetros de la capital provincial, arribó a la comisaría de Apóstoles y lanzó una frase para justificar las aberrantes acusaciones en su contra.
“Basta de persecución política, esta es la foto que querían”, expresó Kiczka al llegar al lugar en la mañana de este jueves y ante los periodistas que estaban aguardando su arribo.
En tanto, el comisario Marcos David López, jefe de la Policía de Misiones, comentó: “Tomamos conocimiento a través de la Jefatura de Policía de Corrientes que había sido aprehendido Germán Kiczka, se tomó contacto con los jefes y efectivamente estaba esta persona demorada”.
“Estaba en un camping municipal, estaba alquilando una habitación y fue reconocido por un vecino del lugar que dio aviso a las autoridades. Hasta el momento no tenemos novedades del Sebastián Kiczka, pero seguimos con algunas pistas”, añadió.
López dijo además: “El diputado no se resistió ni intentó escapar. Por lo que se pudo averiguar estuvo un par de días en el lugar, se encontraba solo y, por el momento permanecerá detenido en esta comisaría”.
“Está incomunicado y a disposición del Juzgado Penal N° 4 de la ciudad de Apóstoles, de momento va a permanecer en esta comisaría”, explicó la autoridad policial.
Respecto a la búsqueda de Sebatián Kiczka, hermano del exlegislador que permanece prófugo de la Justicia, el comisario López dijo que hasta el momento no tienen novedades de su paradero. “Tenemos varias pistas y seguimos trabajando en su búsqueda”, subrayó.
El exdiputado libertario Germán Kiczka fue detenido este miércoles por la noche en la localidad de Loreto, Corrientes. Tenía pedido internacional dado que se especulaba que podría encontrarse en España, Paraguay o Brasil.
A partir de un allanamiento en la casa del padre de Kiczka, se detectó material pornográfico que involucra a niños, niñas y adolescentes. Se trata de 600 archivos en diversos dispositivos electrónicos con contenido de pedofilia, zoofilia con niños y adolescentes e incesto. La Legislatura local votó el desafuero de Kiczka tras conocerse la aberrante historia.