La jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo recibieron en la mañana del jueves el material del celular formateado de Fernando Sabag Montiel, el joven que le gatilló la Bersa calibre 32 a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner el pasado 1 de septiembre en Recoleta.
Fue la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) la que colocó el chip del antiguo teléfono de Sabag Montiel, el Samsung A50, en uno nuevo y logró bajar parte de la información. Se trata de mensajes de Telegram y tres cuentas de Google. De ahí se tuvo acceso a la nube que contenía gran cantidad de archivos multimedia que están siendo analizados.
De WhatsApp solo se pudieron recuperar los mensajes del día del intento de magnicidio contra CFK: es que el teléfono estaba apagado al momento de ser secuestrado y Sabag Montiel no tenía activada la copia de seguridad que permite “levantar” conversaciones más antiguas, según reportó Infobae.
“Todavía estamos en un proceso de análisis, porque solo hacemos la extracción y sobre el bruto se hace el análisis. Quizás el dato más importante es que se pudo recuperar la base de datos de Telegram desde diciembre del 2020. Para nosotros es particularmente importante en virtud de que vimos que la red social proliferan muchos grupos de odio. El ser utilizado como un medio seguro de mensajería es que esa información va a ser clave con los archivos multimedia”, dijo el titular de la PSA José Glinski a la prensa al llegar al edificio de Comodoro Py 2002.
Del Galaxy A50 de Sabag Montiel solo se había podido recuperar lo que había en la tarjeta SIM y la memoria externa. De ahí provenían las fotos en donde se veía a Sabag Montiel y a su novia Brenda Uliarte -también procesada y presa- posando con el arma que después se usaría para el ataque contra Cristina Kirchner.