En un mes y medio ya cayeron cuatro presuntos barras de Huracán Las Heras, como sospechosos de la balacera en el estadio General San Martín que dejó como saldo a director técnico herido de un disparo. Este miércoles fue atrapado en Luján el joven que estaba prófugo en la causa, a quien además lo encontraron con drogas.
Brandon Guajardo (21) fue detenido durante un allanamiento en una casa ubicada en calle Los Peralitos al 1100. Desde hace algunas semanas había sido identificado como uno de los partícipes del hecho ocurrido el 31 de octubre, cuando una gran cantidad de disparos se ejecutaron desde las afueras de la cancha del “Globo” y uno de los proyectiles alcanzó en pleno partido y en el campo de juego a Mauricio Romero. entrenador de Ferro de La Pampa, equipo que hacía las veces de visitante en el marco del torneo Federal.
La víctima afortunadamente sufrió sólo el roce de la bala en una de sus axilas y siempre estuvo fuera de peligro.
La investigación, que apunta a un enfrentamiento de grupos antagónicos por el control de la hinchada de Huracán, tuvo rápidos avances. Al día siguiente habían sido capturados Jesús Adrián Videla (19) y Carlos Alberto Gutiérrez (29), mientras que a principios de diciembre arrestaron a Pedro Daniel Herrera (36).
Los tres fueron imputados por el fiscal Gustavo Pirrello por el delito de homicidio con dolo eventual en grado de tentativa, agravado por el uso de arma, por concurso premeditado de dos o más personas y por haber sido cometido en ocasión de un espectáculo deportivo, en concurso real con amenazas coactivas. Luego de la acusación, quedaron alojados en la cárcel.
Idéntica situación le esperaría a Guajardo, quien ya está a disposición de las autoridades. Además, deberá rendirle cuentas a la Justicia Federal, ya que en el operativo de captura los efectivos hallaron 11 plantines de marihuana, 23 gramos de la misma sustancia compactada y 2 gramos más que habían sido picados.
Por último, en el procedimiento se aprehendió también a un hombre de 31 años por entorpecer las labores del personal policial y amenazar con un hierro a los uniformados.
