Juan Carlos Woldryk, es un joven mendocino de 30 años que se desempeña como peón rural en la provincia de Buenos Aires. El mediodía del miércoles 30 de marzo, mientras trabajaba en el establecimiento “El Rincón”, desapareció sin dejar rastro. La principal hipótesis es que podría deberse a una extorsión a partir de un material fotográfico que podría comprometerlo.
En tanto, drones y patrulleros del ministerio de Seguridad bonaerense se sumaron el lunes a la intensa búsqueda de Woldryk, en el marco de una comitiva que involucra a unos 270 efectivos. El operativo incluye la utilización de caballos y perros entrenados.
Altos mandos policiales se encuentran supervisando los rastrillajes en el campo, y la zona donde el peón trabajaba. Entre ellos, el comisario general Alejandro Rey, titular de la Superintendencia de Policía, su par Ignacio Rosales, titular de la Superintendencia de Policía de Seguridad Rural, y el jefe de la Departamental, Pablo Iriart, detalla TN.
Hipótesis de extorsión
Si bien la búsqueda del joven sigue activa y el objetivo es encontrarlo con vida, los investigadores creen posible que, al sentirse presionado por la extorsión, Woldryk haya decidido quitarse la vida. Al menos esa es una de las hipótesis que maneja la fiscal a cargo de la UFI N° 15 de esa localidad bonaerense, Julia María Sebastián, según le informó al diario bolivarense La Mañana.
Estas maniobras extorsivas habrían sido corroboradas por la Fiscalía a través de movimientos telefónicos y testimonios, que fueron tomados tanto en Bolívar como en General Alvear.
Según reportó la fiscal Sebastián, Woldryk pagó dinero en dos oportunidades para frenar la extorsión, e incluso llegó a vender un auto. Pero, cuando creía que ya había pagado la totalidad de la suma que los delincuentes le exigían, el detonante de su desaparición habría sido un comentario de un usuario en su Faecbook personal, realizado el 29 de marzo, donde se veía una foto de Woldryk en ropa interior bajo la advertencia “comunícate, porque esto empeora”.
Woldryk no había visto el posteo, pero sí una hermana suya, que le avisó de la situación. A la hora de ese llamado, se produjo la desaparición. En este contexto, la fiscal tomó, en el mismo establecimiento, declaraciones testimoniales necesarias para el impulso de la causa.
Siguiendo esta pista, días atrás se realizaron allanamientos en un domicilio de San Pedro y en la cárcel de San Nicolás, a partir de rastreos de transferencias bancarias realizadas por Woldryk.
Modus operandi de los delincuentes
La fiscal explicó que este engaño se genera habitualmente contactando a una persona a través de llamados telefónicos y/o mensajes por telefonía celular hasta conseguir que provea de fotos íntimas. Luego, los delincuentes se hacen pasar por abogados, comisarios o fiscales y llaman a la víctima de la extorsión. Le dicen que esas imágenes fueron enviadas a menores de edad y que hay que poner determinada suma de dinero para que no se hagan públicas, y evitar denuncias penales.
“Entre las pertenencias de Woldryk, se localizó un número de teléfono anotado con la leyenda ‘fiscal’, que nos llevó a la Unidad Penal de San Nicolás. También el día 28 (de marzo) hizo Woldryk una transferencia de dinero a un domicilio de San Pedro. Tras los allanamientos, todo quedó verificado, y este domingo localizamos personas cercanas a Woldryk que habrían escuchado algunas conversaciones telefónicas de éste, en las que aseguraba que iba a hacer transferencias de dinero”, detalló Sebastián a La Mañana.
Mientras que el intendente bolivarense Marcos Pisano hizo hincapié en que “desde el primer día hemos estado colaborando con la Justicia y con el ministerio de Seguridad. El ministro (Sergio Berni) está en permanente contacto, disponiendo todos los recursos. Nos ocupa y nos preocupa encontrar a Woldryck y estamos volcando todos los recursos municipales para colaborar. El mayor desafío es encontrarlo con vida”.
Vale recordar que, al momento de ausentarse, Woldryk solamente se llevó su celular. Dejó en su puesto laboral todas las pertenencias, incluso la billetera con documentación personal.
“Juan almorzó con nosotros, con todo el equipo de trabajo, después nos tomamos un descanso para retomar con las labores y a las 14.30 horas lo fue a buscar a su puesto uno de sus compañeros y ya no estaba” relató Gerardo Biscardi, integrante de la familia propietaria del campo, a poco de conocerse la desaparición del joven.
Marchas por la aparición del joven y falsa alarma
En tanto, en General Alvear, ciudad natal de Woldryk, unas 200 personas se aglutinaron este sábado en la plaza principal.
Los manifestantes se expresaron pacíficamente y marcharon hasta la Comisaría local, alzando carteles que, entre otros, decían: “¿dónde está Juan? y “necesitamos dar con su paradero”.
Asimismo, una falsa alarma ilusionó días atrás con un posible hallazgo con vida del trabajador rural. Pero se descartó esa hipótesis. Se trató de una vecina de Dudignac, ciudad distante a unos 88 kilómetros de Bolívar, que llamó al 911 alertando que vio a un hombre que deambulada desorientado por la ruta. Eso llevó a que los efectivos hicieran rastrillajes en esa zona, pero sin resultados positivos.