Caso Aliaga: el seguimiento de un celular prueba la hipótesis de la extorsión

Los investigadores dieron con el local donde se compró un celular que se usó en el presunto presunto secuestro extorsivo.

Caso Aliaga: el seguimiento de un celular prueba la hipótesis de la extorsión
Imagen ilustrativa

A casi un mes de la denuncia del presunto secuestro extorsivo del empresario y despachante de Aduana Diego Aliaga, una de las “puntas” de la investigación los teléfonos- empieza a dar resultados positivos.

Los investigadores dieron con el comercio donde se compró el celular desde el cual se llamó al hermano de Aliaga. El dato abre la investigación ya que el dueño de local indicó que el comprador era un hombre joven pero no le pudo ver la cara ya que llevaba barbijo.

El caso tiene cuatro detenidos: Diego Barrera (51), su pareja, Viviana Sacolle (46) y dos hijos de ella, Lucas (26) y Gastón Curi (28). Los investigadores sospechan que podría ser uno de los jóvenes.

El comerciante de celulares explicó que el comprador se movilizaba en un utilitario que sería un Mercedes-Benz Exprinter. La novedad sobre este teléfono se conoció hace dos semanas y desde entonces, los investigadores analizaron las cámaras de seguridad de la zona, en Las Heras, para ver si pueden obtener más datos del conductor.

El dato de celular-de comprobarse que fue comprado por uno de los detenidos- resulta importante a la hora de establecer que, efectivamente habría existido una extorsion. Es decir que, si el teléfono se compró días antes de la desaparición del del empresario que vive en Palmares, el comprador sabía cuál era el uso que le iba a dar: llamar con el fin de extorsionar, ya que luego el aparato fue desechado y nunca más se utilizó.

“Dejá de mover el avispero. Andá buscando un palo verde y ya te vamos a llamar”, dijo el delincuente que llamó a un hermano de Aliaga justo cuando –y el momento es llamativo- el hombre estaba denunciando el hecho en una sede judicial.

El martes 28 de julio, Aliaga y una mujer salieron de su casa de Palmares para ir ver una que había adquirido en Guaymallén. Las cámaras de seguridad de Palmares registraron que el mismo auto regresó más tarde al exclusivo barrio privado pero con otro conductor: Barrera, quien tenía la tarjeta de Aliaga para poder ingresar al lugar. Barrera entró a la casa de Aliaga y podría haber tomado el registro de las cámaras de seguridad y tal vez otras pertenencias de la víctima.

Esta prueba no es la única que complica al detenido. Además, Barrera habría mentido al declarar que, al momento en que desapareció su socio estaba en un lugar y luego se comprobó que estaba en otro.

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA