La Suprema Corte de Justicia de Mendoza rechazó hoy un pedido de las defensas del empresario Leonardo Hisa y otros dos condenados a perpetua por el femicidio de la empresaria del Valle de Uco Norma Carleti para que el fallo sea revisado por la Corte Nacional.
De esta forma el máximo tribunal local –con la firma de los 7 magistrados- desestimó los recursos extraordinarios y volvió a confirmar las condenas que pesan sobre Leonardo Hisa –instigador del delito de homicidio agravado por el vínculo por precio o promesa remuneratoria y femicidio-; Kevin Guerrero - homicidio agravado por el vínculo por precio o promesa remuneratoria y femicidio-; y Juan Carlos Guerrero -culpable como partícipe primario del delito de homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria.
“El recurso extraordinario exige para su procedencia que la sustancia del planteo en que se funda implique el debate de una cuestión federal o que se demuestre arbitrariedad en la sentencia que se cuestiona. Ninguna de esas cuestiones fueron debidamente fundamentadas”, sostiene el fallo.
Es que “ninguna de las presentaciones logra demostrar la existencia de deficiencias lógicas en el razonamiento del Tribunal o la total ausencia de fundamento normativo que impida considerar el decisorio como sentencia fundada en ley”.
La Corte local sostiene que no se han visto lesionados los derechos ni las garantías construccionales de los condenados durante el proceso condenatorio y que los recursos extraordinarios presentados se fundan en meras discrepancias con las argumentaciones del tribunal.
De esta forma, ahora los defensores de Hisa, Kevin Guerrero y Juan Carlos Guerrero podrán llevar el caso al arbitrio de la Corte Nacional a través de un recurso de queja.
En mayo de 2021 Hisa y los Guerrero fueron condenados por el juez David Mangiafico luego de que un tribunal popular los encontrara culpables. En agosto de 2022, la Suprema Corte dejó firme el fallo y declaró que los juicios por jurados son constitucionales.
El femicidio de Norma Carleti
Según la última acusación firmada por el fiscal Jorge Quiroga, de la fiscalía del Valle de Uco, el brutal crimen tuvo como móvil, “los graves conflictos personales y comerciales que existían durante los últimos años del matrimonio”.
Y si bien el crimen de Norma Carleti se produjo a las 23.46 del 4 de marzo de 2018, Leonardo Hisa habría comenzado a planear el asesinato de su ex el 23 de febrero, día en que Carleti le comunicó que “el tiempo de llegar a un arreglo sobre la división de bienes había finalizado”. “Mañana en la mañana yo me voy a Mendoza, firmo los papeles y de ahí me voy al aeropuerto… Así que mañana firmo todo”, le habría dicho la empresaria a su ex pareja.
Siempre según la hipótesis de la fiscalía, tras ese mensaje Hisa le pidió a Juan Carlos Guerrero que le consiguiera a alguien para matar a la empresaria a cambio de una suma de dinero.
Guerrero, entonces, le habría pedido a su hijo Kevin que buscara a una persona para terminar con la vida de Carleti cuando la mujer regresara de Buenos Aires. Además, Guerrero compró un Fiat 600 para utilizar en el crimen.
De acuerdo a la acusación fiscal, el 2 de marzo Carleti llamó a Hisa para decirle que firmaría “todos los documentos para que sus abogados inicien el día lunes siguiente las acciones legales”.
El 4 de marzo, a las 21, Guerrero llamó a Hisa, quien le dijo que debía “acelerar la muerte de su esposa, ya que si Norma Carleti firmaba el lunes 5 de marzo las acciones legales del divorcio, los bienes deberían distribuirse en la liquidación de la sociedad conyugal e Hisa perdería una serie de propiedades que pretendía mantener en su poder”.
Fue entonces que Guerrero, como no consiguió a un asesino, decidió planificar la muerte de Carleti: el 4 de marzo a las 23.45, Kevin Guerrero, estando con prisión domiciliaria, junto a su hermano Alexis y otra persona no identificada se subieron al Fiat 600 que había adquirido su padre.
Los tres llegaron hasta el cruce de las calles Almirante Brown y Dalmau, estacionaron y fueron caminando hasta la casa de Carleti, ubicada en calle República de Siria 348, de Tunuyán.
Luego treparon la medianera, rompieron la puerta de la cocina, entraron y encontraron a Norma, “propinándole uno de ellos una patada en el rostro, como así también le asestaron 55 puñaladas con dos cuchillos de cocina con cabo de madera, provocándole la muerte y, finalmente, los causantes se retiraron del lugar en el automóvil antes mencionado, sin llevarse consigo elemento de valor alguno”.