La Fiscalía de Delitos Económicos y Tecnológicos busca nuevos indicios para poder acceder al teléfono de Pablo Arancibia (33) –el sujeto detenido por el femicidio de Florencia Romano(14)- y seguir investigando un posible caso de grooming.
El 2 de febrero pasado, personal del Servicio Penitenciario le secuestró un teléfono al presunto femicida un teléfono, luego de que se diera a conocer en la prensa que Arancibia tenía un nuevo perfil de Facebook a través del cual se había contactado con algunos viejos compañeros del colegio.
En estos mensajes, Arancibia pedía a una ex compañera que les dijera a sus amigos que no juzgaran ya que “no saben que pasó” ya que él todavía no ha declarado. Así fue como se logró saber que, haciéndose pasar por una adolescente, el hombre habría contactado a algunas chicas menores de edad. Es por esto que se abrió una investigación por grooming.
El celular que fue secuestrado por los penitenciarios se hizo, de oficio, en el marco de una requisa y no por una orden judicial a propósito de una denuncia que abriera una causa.
Es por eso que ahora desde la fiscalía de Delitos Económicos y Tecnológicas buscan nuevos indicios que permitan llevar el caso ante un juez de Garantías que habilite que el teléfono en cuestión “se habrá” para poder avanzar en la causa.
El femicidio
Florencia fue asesinada el 12 de diciembre de 20202 en Maipú luego de haber ido a pasar la tarde en la casa de Arancibia, actualmente detenido y apuntado como el principal sospechoso del femicidio de la joven.
La investigación, en un principio, también incluyó a la pareja de Arancibia, Micaela Méndez (27), como posible coautora del brutal hecho, aunque esa hipótesis fue desvaneciéndose con el paso de los días ya que, según pudo comprobar la fiscalía, ella no estuvo en el inmueble del callejón Berra y Padre Vázquez al momento de la muerte de Romano.
En caso de corroborarse la culpabilidad de Arancibia, la única pena que le cabe es la de prisión perpetua, ya que está imputado por femicidio.