Un santafesino de 28 años de edad fue detenido en las últimas horas, acusado de ser quien en febrero pasado ultimó de un disparo al hombre que, al parecer, mantenía una relación clandestina con su esposa. Era vigilado de cerca por policías de Investigaciones, que lo capturaron en una casa de alquiler temporario en Los Corralitos, Guaymallén.
Efectivos de la División Homicidios realizaban tareas de vigilancia sobre una vivienda a la que habían llegado luego de realizar diversas averiguaciones y obtener el dato de que el buscado por el hecho investigado se encontraba oculto en el inmueble que alquilaba temporalmente en calle Ferrari al 6200, en Los Corralitos.
Durante la tarde de este viernes, los pesquisas entrevistaron a algunos vecinos de la zona y luego observaron a un sujeto con similares características a las del buscado. El sospechoso se encontraba en un lote colindante a la vivienda que los sabuesos estaban vigilando por orden de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo.
Según confiaron fuentes oficiales, cuando advirtió la presencia de los policías, el sospechoso intentó escapar hacia el interior de la vivienda vigilada y en su huida golpeó su teléfono celular contra una pared en varias oportunidades, con lo que le causó daños en la pantalla.
Tras una breve persecución, los efectivos lograron detener al buscado, de apellido Rivero, dentro de la vivienda que alquilaba. Allí fue correctamente identificado y se determinó que era el joven buscado, quien el próximo miércoles cumplirá 29 años y cuyo último domicilio registrado está ubicado en calle Félix Suárez, de Guaymallén.
Con el prófugo ya asegurado, los policías solicitaron orden de allanamiento, que fue autorizado por el Juzgado Penal Colegiado 2. La intención de los investigadores era dar con el arma de fuego utilizada para cometer el asesinato el segundo mes del año. Se sabe que fue una pistola ya que en la escena del crimen se hallaron vainas servidas. Sin embargo, no lograron dar con la misma, aunque sí secuestraron el celular que momentos antes Rivero había intentado destruir.
El detenido fue finalmente trasladado a la Oficina Fiscal 19, con base en la comisaría 35, donde quedó a disposición de la Justicia.
Infidelidad, celos y muerte
El pasado jueves 2 de febrero, Hernán Antonio Torres Maure (34) se encontraba en la vereda de su casa, ubicada en calle Milagros al 3700 de Guaymallén, cuando un auto de color gris frenó frente a él y desde el interior abrieron fuego. Uno de los plomos dio en la cabeza del dueño de casa, quien quedó tendido en el suelo mientras el automovilista escapaba a toda velocidad.
Los familiares de la víctima, que estaban dentro de la vivienda, así como los vecinos que escucharon la detonación, salieron a socorrer a Torres. Tras el pedido de auxilio al 911 llegaron un móvil policial y una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado.
El impacto del proyectil había provocado pérdida de masa encefálica, por lo que los médicos del hospital Central sólo pudieron constatar el deceso cuando la víctima arribó.
“El origen de la disputa es porque el autor sospechaba que su pareja salía con la víctima”, confiaron fuentes de la investigación. “La discusión comenzó a través de intercambios de mensajes vía WhatsApp y concluyó con el ataque con arma de fuego”, añadieron.
Es que, tras el veloz ataque, los mismos familiares de Torres confiaron a los sabuesos que llegaron a la escena que, momentos antes de que saliera a la vereda, la víctima mantenía una conversación a través de mensajes con una mujer casada y, en paralelo, discutía con alguien. Agregaron que, al parecer, incluso provocaba con mensajes al hombre engañado. Probablemente por eso, al saber que su detención era inminente cuando vio a los sabuesos de Investigac
