Un joven de 24 años apodado “Porteño” fue arrestado esta tarde en Junín, donde había buscado escondite tras ser acusado de haber ultimado de un disparo en el pecho a un hombre en los primeros días del año. De hecho, fue el primer homicidio registrado en Mendoza este 2024.
El domingo 7 de enero pasado, Federico Claro Moyano fue víctima de un “ajuste de cuentas” en la puerta de una vivienda donde se había organizado una fiesta en El Borbollón. Dos sujetos que llegaron en moto al cruce de calles Casimiro Recuero y Paso Hondo, de Las Heras, abordaron al hombre de 32 años que había ido a buscar a dos sobrinos al baile y el acompañante del rodado abrió fuego.
Un plomo quedó alojado en el tórax de Claro, quien pese a haber recibido asistencia en el hospital Carrillo y ser derivado al Central, horas después murió. Uno de los presuntos asesinos fue detenido una semana después, cuando asistió a un turno médico en el hospital Lencinas, de Godoy Cruz. Los investigadores creen que este joven de 23 años era quien conducía la moto.
Pero quien era buscado como el autor material del homicidio, y quien viajaba como acompañante en el rodado, es el “Porteño” Martínez, a quien los sabuesos de la División Homicidios fueron a buscar por orden del fiscal Carlos Torres.
Los investigadores tenían el dato de que el joven se ocultaba desde el momento del crimen en una vivienda ubicada en calle Emilio Civit al 150, en el barrio Michel del departamento del Este mendocino.
Por eso, los uniformados montaron una discreta vigilancia sobre el domicilio apuntado y esta tarde lograron observar salir desde el interior de la propiedad a un sujeto de similares características físicas y morfológicas que las del buscado. Rápidamente se acercaron al frente de la casa y le dieron la voz de “alto, Policía”. Pero el joven hizo caso omiso y reingresó corriendo hacia el fondo del inmueble, por lo que los efectivos ingresaron en persecución, según confiaron fuentes policiales.
En el patio le dieron alcance y lograron esposar al “Porteño” y retirarlo del lugar, pese a que los moradores de la vivienda y allegados al fugitivo intentaban impedirlo.
Por orden del fiscal interviniente, Martínez fue trasladado a la Oficina Fiscal 14 y luego fue alojado en los calabozos de la subcomisaría Iriarte, donde quedó a disposición de la Justicia.